Los servicios secretos alemanes tienen bajo observación a 17 ciudadanos alemanes que han regresado al país tras combatir en Siria en las filas islamistas, informó hoy el Ministerio del Interior.
Berlín, que intenta controlar la expansión de los círculos radicales salafistas, estima que 230 alemanes simpatizantes de los rebeldes sirios han viajado al país árabe desde el inicio del conflicto y tiene conocimiento de que 50 han regresado ya a Alemania.
De ellos, detalló el Ministerio del Interior, el Gobierno ha detectado que 17 han participado activamente en combates, por lo que son vigilados de cerca por los servicios secretos.
El Gobierno ha facilitado estos datos después de que el periódico "Die Welt" informara de la muerte en Siria de un joven turco-alemán de 16 años.
El adolescente, presentado en Internet como un "mártir", habría llegado a Alepo hace tres días procedente de Fráncfort, su ciudad de residencia.
Las autoridades alemanas reconocen su preocupación ante el fenómeno de los jóvenes alemanes que viajan a Siria y los responsables de Interior de los estados federados han debatido la posibilidad de implantar un sistema de alerta temprana para evitar el proselitismo salafista, sobre todo entre menores de edad.
Este fenómeno no afecta sólo a Alemania. El pasado 2 de diciembre el diario turco "Habertürk" informó de que Turquía había arrestado y deportado durante 2013 a 1.100 europeos que estaban de camino a Siria, donde se iban a afiliar a grupos islamistas radicales enfrentados al régimen de Bachar al Asad.
Según el informe confidencial citado por ese rotativo, los potenciales yihadistas europeos llegan sobre todo desde Alemania, Bélgica, Francia y Países Bajos. EFE