Blindados del Ejército egipcio han cerrado todos los accesos a la plaza de Rabea al Adauiya, en el este de El Cairo, donde se congregan decenas de miles de islamistas seguidores del presidente Mohamed Mursi, informó a Efe una fuente militar.
La fuente explicó que la medida fue adoptada "para preservar la vida de las personas y evitar enfrentamientos" entre opositores y seguidores de Mursi.
Por su lado, la agencia oficial Mena, que cita a otra fuente militar, aseguró que la jefatura de la Zona Militar Central de Egipto ha ordenado un fuerte despliegue en la plaza Tahrir y junto al Palacio Presidencial de Itihadiya, donde se congregan los opositores, y la plazas de Rabea al Adauiya y Al Nahda, junto a la Universidad de El Cairo, donde se hallan los islamistas.
Según esa fuente, el objetivo de los militares es "cumplir con el máximo grado de protección a los manifestantes en esta etapa crítica de la historia de Egipto".
Se espera que en breve las Fuerzas Armadas egipcias difundan un mensaje a la nación tras el final del ultimátum de 48 horas que concedieron el pasado lunes a Mursi para que este atendiera "las demandas populares" de los millones de manifestantes que han exigido su renuncia.
Uno de los asesores más cercanos a Mursi y alto cargo de los Hermanos Musulmanes, Esam Hadad, calificó hoy los sucesos en Egipto de "golpe de Estado" y pronosticó que generarán mucha violencia.
Mientras, en Tahrir cientos de miles de personas esperan, en un ambiente de euforia, el comunicado de los militares, que se han reunido con los dirigentes "religiosos, nacionales, políticos y juveniles" del país. EFE