El vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, afirmó hoy que el Gobierno de su país no cuenta con un sistema de vigilancia telefónica y que los únicos que lo poseen en Bolivia son los estadounidenses.
"El Gobierno no cuenta, ni va contar con sistemas de vigilancia de llamadas. Quienes cuentan con un sistema de vigilancia de llamadas son los norteamericanos, incluso aquí en Bolivia", dijo el vicepresidente boliviano en una rueda de prensa.
García Linera respondió así a preguntas de los periodistas, sobre una polémica entre dos magistrados del Tribunal Constitucional sobre las supuestas escuchas telefónicas que existirían en el país.
El presidente del Tribunal Constitucional, Ruddy Flores, denunció esta semana que sus llamadas telefónicas eran "grabadas, fiscalizadas y supervisadas" por algún "sistema de inteligencia", aunque posteriormente aseguró que sus palabras fueron malinterpretadas y sacadas de contexto.
Los comentarios surgieron de una controversia con un magistrado indígena del Constitucional, Gualberto Cusi, que sugirió revisar las llamadas que recibe Flores porque cree que éste recibe órdenes del Ejecutivo para orientar los fallos constitucionales.
En las últimas horas, las declaraciones de Flores han provocado que la oposición pida al Ministerio de Gobierno un informe sobre esas supuestas escuchas.
El Ministerio de Justicia ha solicitado a Flores que, si hay pruebas, presente las denuncias correspondientes ante las autoridades.
"El famoso escándalo (del extécnico de la CIA Edward) Snowden es justamente la información de que los teléfonos de usted, del ciudadano que me ve, del presidente, del vicepresidente están controlados por el Gobierno norteamericano", sostuvo García Linera.
El vicepresidente insistió en que el Gobierno estadounidense es el "único que aquí en Bolivia tiene, y en América Latina y en el mundo, sistemas de control de vigilancia de llamadas" y en que el Ejecutivo que preside Evo Morales no los ha comprado, ni lo hará.
García Linera recomendó a los dos magistrados dedicarse a trabajar para reducir los retrasos en la aplicación de justicia, porque esa es la función para la que fueron elegidos en las urnas en el 2011.
En los últimos meses el sistema judicial de Bolivia ha sido criticado y puesto en entredicho por varios sectores, incluido el Gobierno, cuyo vicepresidente insistió este miércoles en que se espera una "revolución moral" en todos los servidores de la Justicia.
Además, García Linera anunció reformas en los procedimientos penales para que los juicios tengan plazos definitivos, bajo la advertencia de que los fiscales y magistrados serán juzgados si no cumplen con los mismos. EFE