EFE
El canciller brasileño, José Serra, tildó este miércoles a Venezuela de "régimen autoritario", afirmó que "no puede presidir el Mercosur" y dijo que si el referendo para revocar el mandato del presidente Nicolás Maduro no se celebra este año "será una farsa completa".
Serra recibió hoy al diputado venezolano Luis Florido, quien preside la Comisión de Política Exterior de la Asamblea Nacional (AN), y manifestó la "solidaridad" del Gobierno interino de Michel Temer a la oposición venezolana.
"Venezuela vive un régimen autoritario, no democrático, porque un país que tiene presos políticos no es democrático", declaró Serra en una rueda de prensa junto a Florido.
Citó el caso del opositor Leopoldo López, condenado a 14 años de cárcel por lo que calificó de "delito de opinión", y dijo haber sido informado de que el líder del partido Voluntad Popular es mantenido preso "en condiciones deplorables".
Serra coincidió con Florido y la oposición venezolana en que la "salida a la crisis" del país pasa por la realización del referendo que pudiera revocar el mandato del presidente Maduro.
Sin embargo, el canciller apuntó que, si bien el referendo "está previsto" en la Constitución venezolana, el Gobierno de Maduro "lo quiere estirar, para en caso de perder dejar al vicepresidente" en el cargo e impedir nuevas elecciones.
Según la Constitución venezolana, la realización del referendo puede ser solicitada cuando se cumple la mitad del mandato, lo que en el caso de Maduro ocurrió este año.
Si la consulta se realiza este mismo año, deberían ser convocadas unas nuevas elecciones, pero si fuera celebrado en el cuarto año del mandato, este será completado por el vicepresidente, que en el caso de Venezuela no es electo, sino designado por el gobernante.
La oposición venezolana ya ha puesto en marcha el mecanismo, pero sostiene que el Consejo Nacional Electoral (CNE) demora el proceso, a fin de favorecer la permanencia del "chavismo" en el poder.
Serra y Florido explicaron que analizaron también el conflicto surgido en torno a la presidencia del Mercosur, que Uruguay entregó cuando se completó su período, a fines de julio pasado, y Venezuela asumió sin la aprobación de Argentina, Brasil y Paraguay, los otros tres socios.
La discordia generada por ese traspaso ha subido de tono en los últimos días y ha llevado a Maduro a declararse "en batalla" contra lo que ha calificado de "triple alianza golpista de ultraderecha" y en defensa de lo que considera un "derecho" de Venezuela.
Serra, sin embargo, subrayó hoy que un "régimen autoritario" no puede estar al frente del bloque y sostuvo que Venezuela "entró al Mercosur por medio de un golpe" a ese mecanismo de integración.
"Venezuela fue aceptada después de que Paraguay, en pleno acuerdo con su Constitución, destituyó a su presidente", lo que los otros países calificaron de "ruptura democrática", indicó en alusión al proceso que en 2012 desalojó del poder al paraguayo Fernando Lugo.
No obstante, insistió en que Venezuela, pasado el plazo de cuatro años que se le dio para adaptarse a las normas del Mercosur, no se ha adecuado a los estatutos del bloque, por lo que no podría asumir la presidencia semestral.
Entre los protocolos aún no refrendados por Venezuela, Serra citó, entre otros, los referidos a derechos humanos e incluso el que trata sobre el libre tránsito de personas.
Pese al conflicto en torno a la presidencia del Mercosur, Serra garantizó que el bloque "no se paralizará", "seguirá funcionando" e incluso continuará las negociaciones para un acuerdo comercial con la Unión Europea (UE).
Asimismo, sostuvo que los países del bloque "mantendrán consultas para buscar una fórmula" que agilice el funcionamiento del bloque en el actual semestre, durante el cual, en opinión de Brasil, seguirá "sin una presidencia".
A fines de este año, Argentina asumirá la presidencia rotativa y la situación deberá estar "plenamente normalizada", según afirmó el ministro brasileño.
2016-08-17