DPA
La detención del ex diputado federal Roberto Jefferson, quien denunció el escándalo de corrupción que sacudió el pasado gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva, fue aplazada para el lunes, pese a que la orden de arresto fue emitida el viernes por el Supremo Tribunal Federal (STF).
La información fue confirmada hoy por Policía Federal, que no explicó los motivos de tal decisión.
El ex presidente del oficialista Partido Laborista Brasileño fue condenado a siete años y 14 días de prisión por los delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero.
La Corte Suprema lo acusó de haber participado de la red de pago de sobornos a legisladores comandada por el Partido de los Trabajadores (PT) durante el gobierno de Lula da Silva (2003-2010).
El político denunció en 2005 que el PT pagaba sobornos mensuales a legisladores aliados, a cambio de que apoyaran las iniciativas del Ejecutivo en el Congreso.
Más tarde se supo además que el dinero con el que se financiaba la maniobra provenía del desvío de recursos públicos y de donaciones obtenidas por el partido no declaradas al fisco.
A raíz de las denuncias, ex funcionarios de alto rango del gobierno de Lula da Silva y dirigentes históricos del partido de izquierda, como el ex jefe de gabinete José Dirceu, y el ex presidente y tesorero de esa fuerza política, José Genoino y Delubio Soares, respectivamente, fueron enviados a la cárcel.
Los abogados de Jefferson han intentado que el político cumpla su condena en régimen domiciliario, puesto que se recupera de la extirpación de un tumor en el páncreas y necesita una dieta especial y suministro constante de medicación.
No obstante, el pedido fue negado por el presidente de la Suprema Corte, Joaquim Barbosa, quien se basó en un informe médico que indica que el condenado puede ser atendido dentro de la prisión.
Tras recibir el viernes la orden de arresto, Jefferson se negó a entregarse a la policía hasta que dicha orden no le llegara por correo electrónico.
Desde el viernes, su residencia de la ciudad de Levy Gasparian, en el interior de Río de Janeiro, permanece cercada por efectivos de la Policía Federal.
Jefferson podrá cumplir la pena en régimen semiabierto, lo que le permitirá salir de la cárcel durante el día para estudiar o trabajar previa autorización del Supremo Tribunal.