Un ex guerrillero acusado de haber dirigido una matanza en una comunidad campesina en 1988 fue capturado en un céntrico sector de Ciudad de Guatemala frente a una escuela donde aparentemente impartía clases, informaron las autoridades.
Se trata de Fermín Solano Barrillas, quien se identificaba con el pseudónimo de "subteniente David" durante el conflicto armado interno (1960-96), informó el Ministerio Público (MP).
La orden de captura en su contra fue girada ayer por el juzgado de Turno de Chimaltenango, por los delitos de asesinato en forma continuada y deberes contra la humanidad.
Solano, quien era combatiente de la Organización del Pueblo en Armas (ORPA), es el primer ex insurgente detenido en Guatemala sindicado por crímenes de guerra contra la población civil. Su responsabilidad en los hechos fue reconocida por los antiguos jefes de la ORPA.
La matanza ocurrió en la comunidad El Aguacate, Chimaltenango, unos 60 kilómetros al oeste de esta capital.
Javier Monterroso, asesor de la Fiscalía General del MP, explicó que la investigación en contra de Solano se realizó mediante investigación documental, así como pesquisas sobre los procesos judiciales del conflicto armado interno, y análisis periciales.
También agregó que en las diligencias se tomó el testimonio de varias personas, incluyendo ex miembros de guerrilla.
Según el Caso Ilustrativo 86 de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico (CEH) -que documentó los crímenes de guerra-, la masacre en la localidad El Aguacate ocurrió el 24 de noviembre de 1988, cuando un grupo guerrillero de la ORPA habría ejecutado a 22 pobladores.
"Los prisioneros son llamados uno a uno y van siendo estrangulados. El ruido de armas de fuego, dicen, habría delatado su presencia en el área. Consumada la ejecución, los cuerpos de los campesinos son enterrados en el mismo lugar, utilizándose para ello las trincheras que habían excavado", consigna el informe de la CEH.
También se indica que tres días después de la matanza los cadáveres de las víctimas fueron exhumados y la comunidad de El Aguacate quedó convertida en una aldea "fantasma", porque los sobrevivientes abandonaron el lugar y se fueron a vivir a Chimaltenango./DPA