2001.com.ve| AFP
La carrera electoral en Bolivia arrancó el pasado lunes con la inscripción de candidatos para los comicios de mayo, entre ellos Evo Morales al Senado con una candidatura que calienta aún más el clima político en el país.
Morales esta vez se presenta a senador, ya no a presidente, y lo hace desde Argentina pocos meses después de haber salido de Bolivia denunciando un golpe de Estado para sacarlo del poder.
CANDIDATO CON POLÉMICA
El órgano electoral tiene ahora que determinar si las candidaturas cumplen los requisitos, tras cerrar este lunes el plazo de presentación.
La posibilidad de que el expresidente se presentara a diputado o senador por el Movimiento al Socialismo (MAS) se barajaba desde que hace días la planteó su partido desde Cochabamba, la región boliviana donde comenzó su carrera política como diputado en 1997.
Aunque ni siquiera el candidato del MAS a presidente para las elecciones del 3 de mayo, Luis Arce, la confirmó al momento de acudir al registro, alargando la incertidumbre hasta que entrada la noche hora local publicó las listas el órgano electoral.
A lo largo del día Evo Morales había denunciado supuestos nuevos intentos del Gobierno interino de Bolivia, al que acusa de persecución política, para impedir que su abogado presentara la documentación necesaria para su candidatura, con un poder notarial que le dio en Argentina.
Para el ministro interino de Gobierno (Interior) de Bolivia, Arturo Murillo, las denuncias de Morales no son más que "delirios" propios de quien padece "severos problemas mentales" y se dedica inventarse "escándalos".
Ahora queda por ver si el tribunal electoral no pone objeciones, porque uno de los requisitos es haber residido de forma permanente al menos dos años antes en la circunscripción electoral por la que se presenta.
Morales votaba en los casi catorce años que fue presidente en la región de Cochabamba, pero lleva fuera de Bolivia desde que el 11 de noviembre salió hacia México, donde estuvo asilado antes de viajar en diciembre a Argentina, país en el que ha pedido refugio y desde el que ejerce de jefe de campaña del MAS.
OCHO CANDIDATURAS CON ALGUNA SORPRESA
El MAS presenta a Luis Arce, exministro de Economía de Morales, como candidato a presidente y a David Choquehuanca, que fue su canciller, para vicepresidente.
Ambos acudieron los primeros al registro del tribunal electoral arropados por una multitud de seguidores, aunque la expectación era más entre los periodistas que entre la gente en la calle.
A continuación apareció la alianza Comunicad Ciudadana, pero sin su candidato, el expresidente Carlos Mesa, que quedó segundo tras Morales en los comicios de octubre del año pasado, luego anulados entre denuncias de fraude a favor del entonces presidente y tras informes de organismos internacionales advirtiendo irregularidades.
Quien sí se dejó ver fue Chi Hyun Chung, quien en octubre fue tercero y se vuelve a presentar a presidente aunque ahora por otra formación, el Frente para la Victoria en vez del Partido Demócrata Cristiano.
No comparecieron ante el registro la presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, que lidera la alianza Juntos, el expresidente Jorge Quiroga, al frente de la agrupación Libre 21, ni Luis Fernando Camacho, exdirigente cívico ahora líder del conglomerado Creemos.
Feliciano Mamani, sindicalista minero, va al frente del partido Pan-Bol y la sorpresa la da el militar Ismael Schabib por Acción Democrática Nacionalista (ADN), una formación de la que apenas se sabía desde las elecciones de 2002.
CLIMA ELECTORAL CRISPADO
A este escenario electoral con Morales como candidato a senador, pero ya no a presidente por primera vez desde 2002, se llega dos días después de un infructuoso intento de unir al resto de alternativas en un frente único contra el MAS.
Si eso hubiera sucedido en los fallidos comicios de octubre, hubieran ganado.
Y se llega con un clima electoral crispado, en el que el MAS denuncia persecución política para obstaculizar sus candidaturas, con Arce incluido en un proceso por supuesta corrupción cuando era ministro.
Además de que Áñez está muy cuestionada por dar el paso a candidata, pese a que siempre dijo que solo estaría en el poder hasta que salga un nuevo Gobierno de las urnas.
La legitimidad del proceso electoral dependerá de que todos puedan "ser elegidos con plena libertad, sin atropellos, intimidación o discriminación", advierte en un comunicado el enviado de Naciones Unidas a Bolivia, Jean Arnault.
"En el clima político que vive actualmente el país, caracterizado por una exacerbada polarización y sentimientos encontrados de esperanza, pero también de incertidumbre, inquietud y resentimiento luego de la grave crisis política y social del año pasado, llevar a cabo este proceso con pleno respeto de los derechos políticos y libertades fundamentales constituye un reto importante", sentencia
2020-02-04
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