AFP
Los grandes actores del mundo del petróleo deliberan sobre las estrategias para beneficiarse, o no salir perdiendo, del aluvión de planes del nuevo presidente estadounidense Donald Trump para revitalizar la industria de su país.
Si Trump mantiene su promesa de reducir los impuestos a las empresas, desregular el sector del petróleo e incentivar fiscalmente las exportaciones, el mundo podría ver la irrupción de más crudo estadounidense y como se revierte el aumento del precio de los últimos seis meses tras dos años de caídas.
En la Semana Internacional del Petróleo, una conferencia que se celebra en Londres, las políticas del nuevo gobierno estadounidense se citaron como uno de los aspectos que más influirá en el mercado en 2017.
Abhishek Deshpande, analista en el banco de inversiones francés Natixis, dijo a la AFP que, aunque Trump cumpla con sus promesas, éstas no beneficiarán necesariamente a toda la industria petrolera nacional.
"Los productores podrían verlo positivamente, porque haría subir los precios del crudo estadounidense. En cuanto al resto de Estados Unidos, las refinerías sentirían el golpe, y posiblemente lo trasladarían al público", explicó.
"En cuanto al resto del mundo, Medio Oriente tendría que buscar nuevos mercados, lo que significa más crudo a la venta" y, potencialmente, precios inferiores, añadió.
La presidenta de la empresa Energy Security Analysis, Sarah Emerson, advirtió también que el plan de Trump podría resultar difícil de aplicar.
"Todo esto perjudica al gran tema del déficit, y algunos republicanos y demócratas tendrían que oponerse", dijo en un discurso en la conferencia.
2017-02-24