El Gobierno chino consideró hoy que la nueva estrategia de defensa aprobada este martes por Japón, y que tiene a China en su punto de mira, "está vinculada a la política nacional" del país nipón e "impactará la seguridad regional".
De ese modo lo expresó hoy la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Hua Chunying, en una rueda de prensa en Pekín, en la que también instó a Japón a "respetar las preocupaciones de seguridad justas y razonables de los países regionales" después de que aprobara su nuevo plan militar a cinco años.
La política de defensa japonesa considera que las "intrusiones" marítimas de China en torno a las islas Diaoyu/Senkaku (que administra Tokio pero que reclama Pekín) y su reciente establecimiento de una zona aérea de identificación (ADIZ) que enmarca al disputado archipiélago plantean una "preocupación a nivel internacional".
De este modo, las líneas maestras en seguridad nacional aprobadas hoy por el gabinete del primer ministro conservador Shinzo Abe llaman a las Fuerzas de Auto Defensa a reforzar la vigilancia de las actividades militares chinas en el Mar de China Oriental y en el Mar del Sur de China.
"Considerando las negativas actividades históricas de Japón en países asiáticos, incluyendo China, la comunidad internacional tiene que estar en alta alerta sobre las actuaciones de Japón", subrayó hoy también Hua.
"Urgimos a Japón a que afronte la historia con sinceridad y contribuya positivamente a la paz y la estabilidad regional", añadió.
China y Japón llevan más de un año de escalada de tensiones, desde que Tokio anunció la compra en septiembre de 2012 de tres islotes del archipiélago, Diaoyu para Pekín y Senkaku para la parte nipona, lo que provocó fuertes protestas en la potencia asiática.
El último acto que contribuyó a aumentar la crisis fue la decisión de China, el pasado noviembre, de establecer una zona de defensa aérea sobre las islas disputadas y exigir a los aviones que la sobrevolaran que enviasen previamente a Pekín su plan de ruta.
Japón no cedió en principio a la normativa china, y envió varios aviones a la zona sin informar al país vecino, del mismo modo que harían antes o después Estados Unidos o Corea del Sur.
Tokio considera que la ADIZ pretende "modificar el status quo regional con argumentos incompatibles con el derecho internacional" y que dichas acciones pueden desembocar en una confrontación.
El plan de defensa a cinco años aprobado por Japón está pensado para aumentar los activos y capacidades de las Fuerzas de Auto Defensa niponas para defender las Diaoyu/Senkaku. EFE