La demócrata Christine Quinn, que aspira a ser la primera alcaldesa de Nueva York, considera que se necesita una Administración que refleje diversidad y por eso planea rodearse de un buen número de latinos que le ayuden a liderar una ciudad para la que propone llevar el desarrollo económico a los barrios.
"Quiero tener una administración increíblemente diversa, porque quiero la mejor administración que jamás haya tenido un alcalde y si no es diversa no será la mejor", dijo hoy Quinn en una entrevista a Efe cuatro semanas antes de las primarias demócratas de las que saldrá el candidato de ese partido para las elecciones de noviembre.
En la carrera por la candidatura del Partido Demócrata para la Alcaldía de Nueva York también se encuentran el defensor del Pueblo de la ciudad, Bill De Blasio, el exfiscal de cuentas Bill Thompson, el excongresista Anthony Weiner y el actual fiscal de cuentas, John Liu, entre otros.
Quinn no quiere mencionar en público los nombres de las personas con las que contaría en su gabinete hasta después de las elecciones, pero asegura tajante que en caso de ganar los comicios y suceder a Michael Bloomberg al frente del Ayuntamiento, en su equipo habrá un número "significativo" de latinos en puestos de responsabilidad.
La actual presidenta del Concejo Municipal se presenta como la candidata de la clase media y dice que su plan para Nueva York, una ciudad con precios desorbitados y enormes desigualdades, pasa por llevar el desarrollo económico a los barrios, de ahí que vea mucho "potencial" en zonas como el sur de El Bronx.
"Nueva York ya no es la ciudad donde los negocios sólo se hacen en el distrito financiero. Esos días son parte del pasado", asegura la política demócrata, cuya receta para reducir las brechas sociales en la ciudad de los rascacielos incluye "más trabajos bien pagados, más viviendas y más inversión en educación".
Quinn se acerca al electorado latino porque asegura ser la única candidata con resultados concretos en algunos de los grandes temas que más afectan a esa comunidad, desde la creación de "miles" de viviendas asequibles hasta leyes para frenar las deportaciones, en sus años al frente del Concejo Municipal.
"Además tengo la propuesta más agresiva para que Nueva York siga avanzando", sostuvo a Efe la aspirante demócrata, quien menciona planes concretos como la construcción de 40.000 nuevas viviendas para la clase media en la próxima década o programas para mejorar la capacitación de maestros.
Una de sus prioridades será la educación, para la que asegura que garantizará que las escuelas dispongan de más recursos financieros, apoyará programas que ayuden a los estudiantes en matemáticas o lectura, ampliará las horas lectivas y expandirá los programas bilingües y de inmersión en inglés.
"Invertimos al año cien millones de dólares en libros de texto. ¿Por qué no invertimos cien millones en ‘tabletas’ para que los niños lean y aprendan en los dispositivos que utilizan?", lanza Quinn, quien propone también construir un instituto tecnológico en el Bronx.
Con el título de "favorita" colgado casi desde que anunció su candidatura pero sin terminar de despuntar, Quinn prefiere no hablar de sondeos de intención de voto y se concentra en seguir trabajando. "Creo que solo hay una cosa en la vida en la que te puedes apostar la hipoteca: que las encuestas son como un péndulo y suben y bajan".
Sobre sus contrincantes repite que sólo ella puede hablar de resultados, y cuando le preguntan por otra de las etiquetas que le han colgado, ser la sucesora de Bloomberg, responde con un tópico. "Quienes no tienen nada que decir de ellos terminan despotricando sobre el contrincante. Por eso se la pasan atacándome".
Meses atrás sus respuestas eran más ambiguas pero ahora critica abiertamente algunas de las polémicas tácticas de la Policía para combatir la inseguridad como el programa "stop-and-frisk" (detenciones y cacheos) que defiende el actual alcalde.
Casada el año pasado con la abogada Kim Catullo tras aprobarse el matrimonio entre personas del mismo sexo en el estado de Nueva York, Quinn celebra los progresos que ha logrado la comunidad LGBT, pero advierte que "todavía falta mucho por hacer" hasta que "todos" los estados lo reconozcan. EFE