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Desde hace unas semanas el virus Zika trae en jaque a los servicios de salud en Latinoamérica, sin embargo, los brasileños pueden tener la fórmula para detener su propagación.
El Zika es un virus transmitido por un mosquito de la especie Aedes Aegypti, misma que también transmite el dengue, la fiebre amarilla y chikungunya. A pesar de que se descubrió en 1947, esta enfermedad llegó a Latinoamérica en mayo del año pasado.
Como era de esperarse, mucha gente ya entró en pánico y temen que se desate una pandemia mundial. Sin embargo, en Brasil (hasta ahora la nación más afectada), además de tomar medidas tradicionales como la fumigación masiva y la entrega de repelentes a las mujeres embarazadas, también se trabaja en otra posible solución: Mosquitos Mutantes.
Sucede que el mosquito Aedes Aegypti podría ser frenado por medio de mosquitos machos de la misma especie (Aedes), pero modificados genéticamente para que sus crías mueran antes de alcanzar la edad adulta y ya no puedan reproducirse.
Estos mosquitos mutantes son producidos en la ciudad de Campinas por Oxitc (filial británica de la compañía de biología sintética belga Itrexon). Algunos de ellos fueron puestos en libertad en abril del 2014 en algunas zonas de la ciudad de Piracicaba, en el sur de Brasil. ¿El resultado? En la región donde se implementó el proyecto la población de moscos silvestres se redujo en un 82%.
Ahora se planea aumentar la producción de estos mosquitos para replicar el éxito de Piracicaba pero en una región más extensa de Brasil. Si funciona podría darse un paso muy importante en la lucha contra el Zika./LT
27-01-2016