Las autoridades de Texas confirmaron por el momento entre cinco y 15 víctimas mortales por la explosión de una fábrica de fertilizantes en la localidad de West.
Hubo al menos entre 5 y 15 muertos, dijo el portavoz de la policía de Waco, W. Patrick Swanton, en una rueda de prensa. Al menos 160 personas resultaron heridas, añadió.
Desde la detonación se barajan distintas cifras de víctimas. El jefe de los equipos de rescate locales, George Smith, había hablado de al menos 60 muertos.
Las pruebas iniciales indican que se trató de un accidente. "No tengo indicaciones de que haya sido otra cosa distinta a accidente o un incendio".
El lugar será declarado escena del crimen hasta que se concluya una investigación.
La explosión tuvo lugar en la planta West Fertilizer Plant, a unos 100 kilómetros al sur de Dallas, en la noche del miércoles, mientras los bomberos se encontraban combatiendo un incendio inicial.
Dos de los muertos en la explosión, que según Swanton desató un temblor de magnitud 2,5 eran trabakadores sanitarios de urgencia. La detonación provocó una bola de fuego de 30 metros al aire.
Mientras tanto, los fuertes vientos están dificultando los trabajos de extinción del fuego en la planta, donde los bomberos intentan asegurar un tanque que contiene productos químicos y que de momento se ha mantenido intacto pese a la gran explosión, informó la CNN.
Se teme que el viento pueda extender gases peligrosos a localidades cercanas. Swanton pidió a la gente que evite la localidad de West y la cercana ciudad de Waco, situada unos 30 kilómetros más al sur.
Más de 1.000 personas fueron evacuadas de la zona, según medios locales.
El alcalde Tommy Muska dijo que la explosión y el fuego devastaron viviendas y edificios a un radio de cinco bloques. Entre 50 y 80 viviendas quedaron destruidas.
Entre los edificios más afectados se encuentra una residencia de ancianos adyacente a la planta, donde 133 personas fueron evacuadas. Un edificio de 50 apartamentos perdió la fachada, dejando al descubierto el pulverizado interior.
"Era todo un completo caos, como una película de terror", contó Jesse Ross, técnico médico de emergencias, a la telvisióN KTVT.
Un médico local con la cara ensangrentada por la explosión decía a la televisión KCEN: "Hubo una gran explosión. Las ventanas y el tejado se me echaron encima (..) Perdimos todas las comunicaciones cuando se fue la luz. Todo la calle está destruida".
Un hospital de campaña se instaló en la zona para tratar a los heridos, mientras los equipos de rescate siguen buscando a posibles supervivientes. /DPA