La ciudad de Nueva York, en medio de una delicada situación fiscal, ha gastado unos 250 millones en proveer servicios a los inmigrantes, que solo este año han sumado 31.000 personas, con perspectivas de que lleguen varios miles más antes de fin de año.
El dinero ha sido invertido en bienes, servicios y construcción de albergues para atender esta población llegada de América del Sur, en su mayoría de Venezuela, y de África Occidental, dijo este lunes en audiencias públicas del Consejo (legislativo, que evalúa la respuesta de la ciudad) la directora de la oficina de contratación de servicios y de adquisiciones de la ciudad, Lisa Flores.
"La ciudad ha visto una serie de emergencias en los últimos años que requieren que las agencias de la ciudad entreguen bienes, servicios o construcción críticos a un ritmo mucho más rápido de lo que sería posible en circunstancias normales", indicó.
Explicó que la ciudad ha utilizado tanto los métodos tradicionales de adquisición como el de emergencia para adquirir rápidamente los bienes, servicios y construcción, para esta población, que la ciudad comenzó a recibir oficialmente desde el pasado agosto, cuando el gobernador de Texas, Greg Abbott, comenzó a enviar emigrantes por miles desde la frontera sur hacia Nueva York y otras ciudades "progresistas".
De acuerdo con Flores, la ciudad ha gastado en bienes, servicios y construcción (de albergues) 250 millones de dólares, lo que representaría la cuarta parte de los mil millones de dólares, que según un informe de la oficina del contralor va a costar toda la crisis migratoria.
Esa cifra incluye 600 millones para personas sin hogar y servicios sociales y 400 millones para "centros de ayuda y respuesta de emergencia humanitaria", ubicados en los cinco condados,. De esta última cifra, 310 millones son para "NYC Health & Hospitals", que opera estos centros, y 90 millones para otras tres agencias de la ciudad.
Según cifras oficiales, 20.000 de los inmigrantes, en su mayoría familias con niños, están en los albergues públicos y hoteles contratados por la ciudad, donde se les provee de comida de acuerdo con la dieta de sus países, incluida halal (lícita según el islam) para los africanos.
En los cinco condados neoyorquionos los servicios que se provee a los inmigrantes incluyen asistencia médica continua con personal 90 por ciento bilingüe, en su mayoría hispanohablantes, pero también en francés, creole haitiano, portugués, italiano y tingri (del Tibet), además de inscripciones escolares y otra ayudas sociales y legales, según trascendió en la en la audiencia celebrada hoy.
El alcalde Eric Adamas ha vuelto a dejar oír su voz ante las autoridades estatales y federales para pedir ayuda financiera urgente para afrontar la nueva oleada migratoria. EFE
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