Tras una larga pausa continuó en Milán un proceso por fraude fiscal contra el ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi, que se espera pueda tener ahora una rápida resolución.
Se trata del juicio de apelación por el presunto fraude fiscal del consorcio de medios Mediaset. En primera instancia, el dirigente de 76 años fue condenado a cuatro años de cárcel.
Su agenda política y una solicitud de Berlusconi al Tribunal Supremo mantienen congelado por el momento el otro gran caso contra el dirigente, el relacionado con la joven "Ruby" y en el que se lo acusa de prostitución de menores y abuso de poder.
Berlusconi calificó el fallo de primera instancia sobre Mediaset como un ataque a sus "derechos políticos". En una entrevista televisiva emitida hoy, el ex primer ministro dijo que una comisión parlamentaria debería investigar los ataques de la justicia en su contra y detenerlos. Además alegó que jamás se ocupó de los balances del grupo Mediaset.
El político conservador había solicitado el traslado del proceso de Milán a Brescia alegando que los jueces milaneses actúan con parcialidad, pero su pedido fue rechazado por el Tribunal Supremo en Roma este lunes.