EFE
El Gobierno colombiano y la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN) deberían entablar negociaciones lo antes posible para que a la construcción de la paz en Colombia no le falte un "elemento esencial", según Crisis Group.
En un informe divulgado hoy esta ONG internacional especializada en la solución y prevención de crisis insta a ambas partes a "no esperar un alineamiento perfecto de planetas en la larga campaña electoral de 2014″ y "cambiar de velocidad" para que las negociaciones se puedan abrir cuanto antes.
Crisis Group destaca que ni al Gobierno ni al ELN les interesa a largo plazo que se retrase más la apertura del diálogo y defiende que se desarrolle en paralelo al que mantienen delegados gubernamentales y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) desde noviembre de 2012 en Cuba.
Aunque advierte de que "no será fácil acordar una agenda y unos procedimientos que satisfagan al ELN y se ajusten al marco de La Habana", asegura que el esfuerzo merecerá la pena, pues "un proceso de paz del que falte el ELN o al que llegue tarde adolecerá de un elemento esencial para la construcción de una paz sostenible".
Tanto el ELN como el Gobierno de Juan Manuel Santos han manifestado reiteradamente su disposición a negociar la paz, pero las esperanzas de un arranque rápido del diálogo se desvanecieron en 2013, hasta el punto de que la ONG con sede regional en Bogotá se pregunta si las conversaciones han sido puestas en el "congelador".
A quienes piensen que es posible una solución militar, Crisis Group les advierte de que el ELN, aun con sus capacidades militares reducidas, "no está a punto de colapsar" y además ha mejorado desde 2009 su cooperación con las FARC, mucho más poderosas, por lo que es "improbable en un plazo cercano" que sea vencido con las armas.
Además, intensificar la ofensiva contra esta organización guerrillera sería "contraproducente a largo plazo", pues podría generar que se atomizara en grupos delictivos autónomos.
"Una negociación es, por tanto, la mejor elección y la más pragmática", afirma Crisis Group, que además considera que debe comenzar lo antes posible, sin esperar a que concluyan la que tienen lugar en La Habana entre el Gobierno y las FARC.
De esta manera, las conversaciones se desarrollarían en paralelo y posiblemente en distintos países.
Tanto una como otra opción presentan dificultades, pero Crisis Group apuesta por la última, entre otras razones porque considera que como los territorios de ambos grupos se solapan, poner en práctica un alto el fuego con las FARC podría ser problemático si el ELN sigue alzado en armas.
Además señala que las filas del ELN podrían aumentar si se ofrece como un refugio para los combatientes de las FARC que se nieguen a desmovilizarse.
Todo esto le da al ELN un poder adicional que debería usar "inteligentemente", pues, según Crisis Group, pagará un precio aun mayor que el Gobierno si las negociaciones no comienzan pronto.
"Cuanto más tiempo permanezca al margen, menos capacidad tendrá de modelar a su gusto temas como la justicia transicional o la participación política y más presión soportará para que simplemente acepte los acuerdos alcanzados con las FARC".
Del Gobierno señala que es probable que no quiera entablar una negociación con un grupo que es visto por la mayoría de los colombianos como una amenaza hasta después de las elecciones presidenciales del 25 de mayo, en la que Santos buscará la reelección.
Los líderes del ELN, por su parte, pueden verse tentados a esperar a que contra todo pronóstico gane las elecciones un candidato más dispuesto que Santos a negociar en términos más favorables para ellos.
También juegan en contra de un pronto inicio de la negociación el hecho de que no hay un consenso claro dentro del ELN sobre el tema y que surgen demandas y actitudes en el grupo que chocan con el marco establecido para el diálogo de La Habana.
Según Crisis Group, en una negociación Gobierno-ELN no deberían hacer muchos cambios al modelo de La Habana para no poner en riesgo los progresos hechos hasta ahora con las FARC.
Lo central es acordar una agenda básica que incluya temas como la explotación de los recursos naturales, las demandas principales del ELN, la participación política y la justicia transicional.
Se necesita "audacia, creatividad y pragmatismo para que el ELN no se pierda lo que puede ser su ultima oportunidad de salir de manera grácil del conflicto armado y Colombia tenga una buena oportunidad para lograr una paz sostenida", concluye.