EFE
El papa Francisco recibió este domingo a la presidenta argentina, Cristina Fernández, en una audiencia privada que se prolongó durante una hora y 45 minutos.
Después de la audiencia se procedió al habitual intercambio de regalos, durante el que Fernández obsequió a Francisco, entre otros presentes, un retrato del beato Óscar Romero, obra del artista argentino Eugenio Cuttica, así como con dos bajorrelieves para invidentes de la Virgen de Luján y un retrato del papa.
La presidenta también llevó al papa argentino una cesta de productos gastronómicos de su país, además de tres libros: uno sobre patrimonio arqueológico argentino; otro de Alberto Methol Ferrer sobre "Los estados continentales y el Mercosur" y una copia del poema narrativo "El gaucho Martín Fierro".
El papa entregó a la presidenta argentina, con la que ya se ha reunido cinco veces en el Vaticano, un icono, copia del original, de la Virgen de la Ternura de la Catedral de Vladimir.
Fernández, que había llegado al Vaticano poco antes de las 17:00 horas locales (15:00 GMT) fue recibida por el papa en el estudio anexo al Aula Pablo VI.
Tras la reunión, la presidenta argentina subió a su vehículo oficial y se despidió de los periodistas que esperaban a la salida del lugar con un: "nos vemos".
El papa Francisco, por su parte, se paró a conversar con la prensa, a cuyos representantes dijo: "buen fin del día del periodista, hoy fue un día de mucho trabajo".
"Recen por mí y si alguno no puede rezar porque no cree al menos tírenme buena onda", manifestó el pontífice argentino.
Tras la reunión en el Vaticano, la presidenta argentina se trasladó a un hotel de la capital italiana donde tenía previsto celebrar un encuentro con la prensa.
2015-06-07