Dos dirigentes de Nacional declararon hoy ante una jueza civil por los incidentes ocurridos el domingo en el superclásico ante Peñarol y reiteraron su voluntad de colaborar para erradicar la violencia en el fútbol uruguayo.
El vicepresidente segundo Luis Fernández y el delegado Alejandro Balbi fueron interrogados por la jueza que investiga los hechos que dejaron nueve policías heridos y 20 detenidos.
A la salida del juzgado, Fernández dijo que es el gobierno el que debe tomar medidas contra la violencia y los clubes "deben colaborar".
"Tenemos que invertir los papeles. Los presidentes de ambos clubes le han transmitido al Ministerio del Interior que deben tomar medidas y estamos para colaborar en lo que sea poder evitar desmanes", agregó Fernández.
Aparentemente, había un acuerdo para que los clubes llevaran su propio personal de seguridad para apoyar a la policía, pero no está claro de quien era la responsabilidad directa en el tema.
Los dos esquemas montados por policías y clubes fueron superados, principalmente en la tribuna donde había cerca de 10.000 hinchas de Peñarol. Un grupo reducido de no más de 50 de ellos destrozó butacas, alambrado, los baños y agredió a los policías que intentaban controlar la situación.
Los dirigentes de Peñarol también están citados por la jueza, ya que el tema fue denunciado penalmente por la comisión administradora del estadio (CAFO), que está integrada por representantes de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) y el gobierno municipal de Montevideo.
Los incidentes violentos se produjeron cuando Peñarol estaba en ventaja sobre Nacional e involucraron solamente a hinchas del equipo "aurinegro", que terminó ganando el partido por 3-2. /DPA