América Latina podría tener unos dos millones de personas en tratamiento antirretroviral para 2015 si aplica con efectividad la nueva guía del VIH 2013 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), dijo este lunes a Efe el director de la oficina para América Latina y el Caribe de Onusida, César Núñez.
Núñez indicó que actualmente hay unos 800.000 latinoamericanos, de un total de 9,7 millones en todo el mundo, con acceso a la terapia antirretroviral, cifra que, según él, aumentaría notablemente de intensificarse el uso del tratamiento.
Núñez participó hoy en Panamá junto a otros expertos de la OMS y de Onusida en el lanzamiento en América Latina de la iniciativa "Tratamiento 2015″, que busca llegar a 15 millones de personas en tratamiento antirretroviral dentro de dos años.
En términos generales, la nueva guía permite con mayor celeridad la entrega de tratamiento a las personas infectadas, invitando a los países a que inicien sus programas de atención antirretroviral con un recuento de (linfocitos) CD4 500, dejando a un lado los programas de hace tres años que comenzaban a partir de un recuento de CD4 350.
El experto reconoció que la meta propuesta es un "gran desafío", principalmente para los países con pocos recursos, pero dijo estar convencido de que el nuevo planteamiento no solo reducirá el número de muertes sino que también permitirá tener una vida productiva a los jóvenes que se contagien o a los que nacieron con el virus.
En esa línea, señaló que los países tendrán que destinar un 10 % más de lo que actualmente aportan para poner en "acción efectiva" el nuevo tratamiento propuesto.
Si América Latina, como se prevé, "sigue mostrando crecimiento económico, podría destinar parte de ese crecimiento a los retos que presenta el área de la salud", agregó.
Precisó que más que un gasto, ese 10 % tendría que verse como una inversión, ya que les permitirá a los países disminuir en costos de hospitales, así como en la aparición de "infecciones oportunistas" y en costes laborales por los días perdidos por enfermedad.
Señaló que uno de los retos más grandes a los que se enfrentarán las organizaciones de salud en los próximos dos años será el que las personas que puedan estar infectadas asistan a los centros de salud para iniciar un tratamiento con efectividad.
"La experiencia nos ha demostrado que en América Latina, las personas llegan a los centros de atención con alguna manifestación de la enfermedad y más de la mitad con menos de 350 (linfocitos) en su cuerpo", expresó.
No obstante, Núñez se mostró optimista de lograr los resultados esperados y para ello se apoyó en las estadísticas, que determinan que en América Latina a pesar de iniciar los tratamientos a partir de CD4 350, había un 70 % de cobertura y una reducción en el número de nuevas muertes al año por el VIH.
En ese sentido, precisó que en los países de Latinoamérica donde hay un tratamiento y seguimiento permanente, el VIH se ha convertido en una afección "crónica", como lo es la diabetes o la hipertensión arterial.
Según Núñez, los aspectos que han prevalecido para llegar a este punto han sido la prevención, una atención de calidad y una mayor inversión por parte de los diferentes gobiernos.
En esa línea, el experto de Onusida puso en primer plano a Brasil, que inició su programa de atención en 1996 con la entrega gratuita de la terapia retroviral, algo que casi veinte años después le ha significado una reducción de muertes y un ahorro significativo en tratamientos.
Asimismo, mencionó a Argentina, que fue uno de los primeros países en presentar la propuesta de CD4 500 "como techo", así como a Uruguay, Colombia, México, Perú y Panamá, entre las naciones que han tomado "muy seriamente" las propuestas que se han presentado para tratar esta enfermedad.
Entre los países que se ubican en el otro extremo y que tienen desafíos muy importantes que afrontar, incluido el VIH, está Bolivia, que depende de recursos externos y de la comunidad internacional para hacer frente a los ingentes problemas que tiene. /EFE