EFE
Las restricciones a las libertades de expresión, prensa y asociación son parte de las violaciones a los derechos humanos que tuvieron lugar el pasado año en Ecuador, según denunció hoy el Gobierno de Estados Unidos, que además subrayó la falta de independencia del poder judicial en el país andino.
Según el informe del Departamento de Estado sobre los derechos humanos en el mundo, enviado hoy al Congreso, "la violencia y la discriminación contra grupos vulnerables, incluidas las mujeres y los niños", continuaron siendo un problema en materia de derechos humanos en Ecuador.
"El Gobierno utilizó mecanismos legales, como las leyes de difamación y reglamentos administrativos, para suprimir la libertad de prensa y limitar la libertad de reunión, especialmente dirigidos a las comunidades indígenas que protestaban por las leyes que afectan a sus tierras comunitarias", apunta el informe.
Según el texto, el Ejecutivo ecuatoriano "tomó medidas para enjuiciar o castigar a las fuerzas de seguridad y funcionarios del Gobierno que cometieron abusos contra los derechos humanos, pese a la influencia política y un sistema judicial ineficiente que en algunos casos tuvieron como resultado la impunidad", agregó.
El Gobierno estadounidense, que incluye a Ecuador junto a Cuba y Venezuela entre los países destacados de América Latina en los que se violan los derechos humanos, insistió en que en ese país la corrupción fue generalizada en 2013, y la falta de transparencia en el sector judicial continuó siendo un problema a pesar de algunos intentos de reforma procesal.
"El presidente (Rafael) Correa y su Gobierno continuaron los ataques verbales y legales contra la prensa durante este año. El presidente declaró con regularidad que la prensa fue su ‘peor enemigo'", insiste el informe.
Estados Unidos reitera que durante sus discursos semanales en radio y televisión, Correa alienta a los funcionarios gubernamentales y particulares que presenten demandas contra los medios de comunicación, lo que "ha provocado un aumento de la autocensura en los medios".
"Las organizaciones no gubernamentales e internacionales de derechos humanos siguieron expresando su preocupación por el discurso criminalizador y el efecto intimidatorio que tuvieron estas demandas sobre los periodistas", reitera el informe.
Estados Unidos también manifestó su preocupación ante algunas prácticas y castigos indígenas como las "purificaciones" (flagelaciones seguidas de baños fríos que causan dolor en la piel irritada), pese a que la ley y la Constitución reconozcan el derecho de estas comunidades a ejercer sus propios sistemas de justicia con base en sus tradiciones y costumbres.
El informe anual sobre derechos humanos que emite el Departamento de Estado sirve como guía para que los legisladores estadounidenses decidan sobre la ayuda exterior que conceden a cada país.