Una ex funcionaria del gobierno de Estados Unidos está acusada de espionaje a favor de Cuba, entre otros por haber reclutado para la inteligencia de la isla a Ana Belén Montes, la analista del Pentágono que durante 16 años trabajó como agente doble cubana, reveló hoy el Departamento de Justicia.
Se trata de Marta Rita Velázquez, de 55 años y también conocida como "Marta Rita Kviele" y "Barbara". La acusación había sido presentada en febrero de 2004, pero fue mantenida en secreto hasta este jueves, según una nota oficial que no especifica la razón de su salida ahora a la luz.
Velázquez, que huyó de Estados Unidos en 2002, nada más conocer que Montes se había declarado culpable en su juicio, vive actualmente en Estocolmo y, de ser considerada culpable del cargo de "conspiración para cometer espionaje" del que se le acusa, podría ser condenada a cadena perpetua, según el Departamento de Justicia.
La mujer de origen puertorriqueño que, entre otros, trabajó con un alto nivel de acceso a información de inteligencia para la agencia humanitaria estadounidense USAID desde finales de los 80, está acusada de "conspirar con otros para transmitir al gobierno cubano y a sus agentes documentos e información sobre la defensa nacional estadounidense, con la intención de que fueran usados para dañar a Estados Unidos a favor del gobierno cubano".
Sus contactos de espionaje datan de 1983, cuando todavía estaba concluyendo sus estudios de Derecho y relaciones internacionales, según la acusación oficial.
Entre otros, se la considera responsable de haber presentado a Montes al Servicio de Inteligencia cubano (CUIS) en 1984, así como de haberla ayudado a lograr un empleo en la Agencia Militar de Inteligencia (DIA), donde trabajó desde 1985 hasta su arresto el 21 de septiembre de 2001.
El caso de Montes es uno de los más embarazosos para la inteligencia estadounidense, puesto que puso de relieve el grado de penetración del espionaje cubano en los más altos niveles de seguridad de Washington.
Según se supo durante su juicio, la agente pasaba sus informes a sus contactos cubanos mediante el uso de frecuencias de radio de onda corta, transmisiones codificadas y llamadas telefónicas desde cabinas públicas como las instaladas en el zoológico de Washington.
Se la considera responsable entre otros de haber identificado a cuatro agentes estadounidenses encubiertos que trabajaban en Cuba, además de haber dado a La Habana la oportunidad de acceder a ciertos programas relacionados de defensa y de recibir información para la identificación de varias bases militares.
Montes se declaró culpable en marzo de 2002, por lo que se libró de la pena de muerte y cumple actualmente una condena de 25 años.
Según Estados Unidos, Velázquez, que como empleada de USAID trabajó en las embajadas estadounidenses de Guatemala y Nicaragua, entre otros, conoció a Montes a comienzos de los años 80, cuando ambas eran estudiantes en Washington.
"Velázquez fomentó una fuerte amistad personal con Montes, con quien compartía similares puntos de vista sobre la política estadounidense en Nicaragua en esos momentos", señala el Departamento de Justicia.
En 1984, Velázquez presentó a Montes en Nueva York a un agente de la inteligencia cubana que acabaría reclutando a Montes. Un año más tarde, Velázquez "acompañó personalmente a Montes en un viaje clandestino a Cuba para que recibiera entrenamiento de espionaje", de acuerdo con la acusación. /DPA