Un informe parlamentario acusó este miércoles a las más altas jerarquías del Departamento de Estado, entonces a cargo de Hillary Clinton, de haber rechazado los pedidos de mayor seguridad del consulado de Estados Unidos en la ciudad libia de Bengasi, objeto de un mortal ataque en septiembre.
"Las reducciones a nivel de seguridad antes del ataque en Bengasi fueron aprobadas al más alto nivel del Departamento de Estado, hasta e incluso por la secretaria de Estado Clinton", escriben cinco presidentes republicanos de comisiones de la Cámara de Representantes en un informe publicado el miércoles.
"Los altos funcionarios del Departamento de Estado sabían que las amenazas en Bengasi eran elevadas y que el complejo de Bengasi era vulnerable e incapaz de resistir a un ataque", afirma el documento.
Los republicanos, que ven en este caso un escándalo político, evocan una comunicación diplomática del entonces embajador Gene Cretz, fechada el 28 de marzo de 2012, en la cual reclama un reforzamiento de la seguridad.
Una respuesta del 19 de abril de 2012, firmada por Hillary Clinton, toma nota del pedido pero recomienda "una reevaluación del número de agentes pedido por Bengasi", lo que el informe interpreta como una reducción del número de oficiales de seguridad.
En un correo de junio de 2012, el nuevo embajador Christopher Stevens pide el mantenimiento de los oficiales, cuya partida estaba programada por un alto funcionario del Departamento de Estado, que rechaza la solicitud del diplomático.
Un reclamo formulado por cable por Stevens habría sido denegado por Patrick Kennedy, secretario de Estado adjunto.
El Departamento de Estado rechazó el miércoles las conclusiones del informe y recordó su amplia cooperación con el Congreso durante ocho audiencias, al que brindó 25.000 páginas de documentos.
Las conclusiones del informe "no se corresponden con lo que pensamos respecto a nuestra transparencia y al trabajo que realizamos"!, declaró el portavoz de la cancillería Patrick Ventrell.
Durante su audiencia parlamentaria, en enero, Hillary Clinton había declarado que "los cables relativos a la seguridad" no le habían sido sometidos, así como tampoco a los secretarios de Estado adjuntos. Precisó también que al Departamento de Estado llegaban cada año una media de 1,43 millones de cables.
A mediados de octubre, la entonces secretaria de Estado había dicho que asumía la responsabilidad de las consecuencias del atentado.
El 11 de septiembre de ese año, milicianos islamistas fuertemente armados atacaron el complejo diplomático estadounidense en Bengasi, al este de Libia, matando a Stevens y a otros tres estadounidenses./AFP