AFP
Estados Unidos pidió este domingo sanciones más fuertes contra Corea del Norte tras el lanzamiento de un nuevo misil, el primer test balístico del régimen comunista desde la investidura de un nuevo presidente en Corea del Sur.
El misil, lanzado desde la estación de Kusong, en el noroeste del país, recorrió cerca de 700 kilómetros antes de caer en el mar de Japón, indicó el Estado Mayor Conjunto de Seúl.
"Que esta nueva provocación sirva de llamamiento a todas las naciones para implementar sanciones mucho mas fuertes contra Corea del Norte", pidió la Casa Blanca en un comunicado.
El misil impactó "tan cerca de suelo ruso que el presidente no puede imaginar que Rusia esté contenta", añadió la Casa Blanca. Sin embargo, el ministerio de Defensa ruso afirmó más tarde que el misil se había estrellado a unos 500 km de su frontera y que "no representa ningún peligro" para el país, según un comunicado difundido por las agencias de prensa rusas.
Poco antes, el Kremlin dijo que el presidente ruso Vladimir Putin y el presidente chino Xi Jinping expresaron su preocupación "por la escalada de tensiones" durante una reunión en Pekín.
China reaccionó pidiendo moderación y recordó que "se opone a la violación por parte de Corea del Norte de las resoluciones del Consejo de Seguridad", indicó el ministerio de Exteriores en un comunicado. Tras el lanzamiento, el nuevo presidente sucoreano Moon Jae-In, investido esta semana, convocó una reunión de emergencia con su gabinete de seguridad.
"El presidente expresó su profundo pesar después de la provocación insensata del Norte, lanzada sólo días después del inicio de un nuevo gobierno en el Sur", dijo un portavoz presidencial. El Comando del Pacífico del ejército de Estados Unidos confirmó el lanzamiento.
Se trata del segundo lanzamiento de un misil en cerca de dos semanas y del primero desde que Moon Jae-In llegó al poder. En febrero, Pyongyang, lanzó un misil desde la misma posición que logró recorrer cerca de 500 kilómetros.
"Grave amenaza" para Japón
El primer ministro japonés, Shinzo Abe, calificó el lanzamiento del domingo como "totalmente inaceptable" y de "grave amenaza" para Tokio. El misil se mantuvo en el aire durante una media hora, antes de caer en el mar de Japón, situado entre los dos países, informó el portavoz del gobierno japonés, Yoshihide Suga.
Otra misil de prueba lanzado en marzo también cayó en una zona muy cercana a Japón, desatando alarma en Tokio. Desde el año pasado Corea del Norte ha realizado dos tests nucleares y decenas de pruebas de misiles balísticos, en su intento de desarrollar armamento que pueda alcanzar el territorio de Estados Unidos.
Washington advirtió que todas las opciones militares están sobre la mesa, aunque recientemente Donald Trump suavizó su discurso y dijo que estaría "honrado" de reunirse con el líder norcoreano Kim Jong-un. En su discurso de investidura, Moon, que a diferencia de sus predecesores es favorable al diálogo con el Norte, dijo estar dispuesto a visitar Pyongyang si se dan las "circunstancias" adecuadas.
Pero este domingo el nuevo presidente advirtió que el diálogo sólo será posible si "el Norte cambia de actitud". El sábado, una alta funcionaria de la diplomacia de Corea del Norte, Choe Son-Hui, jefa del la oficina para Norteamérica del ministerio de Exteriores, aseguró que el régimen de Pyongyang aceptaría contactos con Estados Unidos si se dan las "condiciones adecuadas".
Choe hizo estas declaraciones a su regreso de Oslo, donde se entrevistó con académicos y exresponsables estadounidenses, entre ellos Thomas Pickering, exembajador estadounidense, y Robert Einhorn, exconsejero del Departamento de Estado para la no-proliferación y el control de armas, según la agencia surcoreana Yonhap.
Preguntada sobre si Corea del Norte está dispuesta a dialogar con el gobierno del Sur, Choe respondió: "Ya veremos".
2017-05-14