El canciller egipcio afirmó que las relaciones de su país con Estados Unidos se encuentran en un estado de "perturbación" después que Washington decidió suspender la entrega de tanques, helicópteros y aviones de guerra a Egipto.
La suspensión, anunciada la semana pasada, es respuesta a la inestabilidad después del golpe militar del 3 de julio que derrocó a Mohamed Morsi, el primer presidente egipcio surgido de elecciones libres, y que desembocó en la muerte de cientos de personas en operaciones policiales.
En una entrevista con el periódico estatal Al-Ahram, el canciller Nabil Fahmy dijo que había una "inestabilidad en las relaciones" entre ambos países y advirtió que la tirantez podía afectar toda la región. La entrevista fue publicada el miércoles.
Sin embargo, Fahmy dijo que no estaba preocupado por esa tirantez "porque es también una oportunidad para que ambas partes evalúen mejor sus relaciones futuras".
La decisión de Washington de interrumpir la ayuda militar tuvo el propósito de una advertencia, dijo el presidente Barack Obama.
Al anunciar la decisión, el Departamento de Estado no dijo qué porción de los 1.500 millones de dólares en ayuda anual militar y económica a Egipto se veía afectada. Interrumpe la entrega de helicópteros Apache, jets F-16, tanques Abrams M1A1 que son ensamblados en fábricas egipcias, y misiles Harpoon.
Pero la decisión estadounidense es más una bofetada simbólica que un castigo efectivo al nuevo gobierno egipcio respaldado por los militares.
El gobierno militar disfruta del apoyo de acaudalados estados del Golfo Pérsico como Arabia Saudí y los Emiratos Arabes Unidos, que le han dado miles de millones de dólares para que continúe la lucha común contra los islamistas.
Estados Unidos también retiene 260 millones de dólares en asistencia en efectivo al gobierno de El Cairo hasta que loge "progresos visibles" hacia la formación de un gobierno amplio surgido de elecciones libres y justas.
Estados Unidos afirmó que suministrará ayuda a programas de salud, educación, antiterrorismo, repuestos militares, entrenamiento militar, seguridad fronteriza y asistencia de seguridad en la Península del Sinaí.
Los ataques casi diarios a las fuerzas de seguridad y soldados egipcios en el Sinaí se asemejan cada vez más a una insurgencia plena./ap