EFE
Robert Lavern Henry, condenado por el asesinato en 1987 de dos compañeras de trabajo a las que quemó vivas, fue ejecutado hoy mediante inyección letal en la prisión de Starke, en el norte de Florida.
Según informaron hoy las autoridades estatales, el recluso fue declarado muerto a las 18.16 hora local (23.16 GMT) tras recibir la inyección letal.
Henry, un exmarine de 55 años, es el preso 85 ajusticiado desde 1976, fecha en la que Florida restableció la pena capital.
Fue condenado a muerte por el asesinato de Phyllis Harris, de 53 años, y Janet Cox Thermidor, de 35, a las que atacó con un martillo y después quemó vivas en Deerfield Beach, al norte de Miami.
Henry trabajaba en la fábrica de ropa Cloth World con las víctimas y había tramado llevar a cabo un robo en el establecimiento.
A Harris la maniató, vendó los ojos, arrastró a un baño y golpeó la cabeza con un martillo, el mismo con el que luego atacó a Thermidor. Después las roció con líquido inflamable y les prendió fuego.
Thermidor, con quemaduras en el 95 % del cuerpo, sobrevivió el tiempo suficiente para identificar a Lavern como su agresor en una declaración que fue grabada por la Policía.
Henry confesó primero ser el autor de los asesinatos, pero poco después se retractó y dijo en el juicio que fueron otros los que robaron en la fábrica.
Henry fue el decimosexto reo ejecutado en Florida durante el mandato del gobernador del estado, Rick Scott, la mayor cifra registrada bajo un término de gobierno.
El último reo en ser ejecutado en Florida había sido Paul Augustus Howell, condenado a la pena capital por matar a un policía con un paquete bomba en 1992. Howell Fue ejecutado con una inyección letal el pasado 26 de febrero.