EFE
El Gobierno alemán expresó hoy su preocupación por el movimiento de tropas rusas en la frontera de Ucrania, al tiempo que insistió en su disposición a dictar nuevas sanciones si Moscú no "contribuye" a una distensión del conflicto.
En las últimas semanas, en Ucrania se han dado "pasos positivos", como la celebración de elecciones presidenciales, pero también "notables retrocesos", indicó el portavoz del Gobierno, Steffen Seibert, en relación a la concentración de tropas detectado por la OTAN.
Moscú debe "poner fin a esos movimientos" y, además, "hacer valer su influencia" para que los separatistas prorrusos respeten el alto el fuego ofrecido por el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, añadió el portavoz.
Asimismo, el Gobierno ruso debe hacer lo posible por impedir que se filtre armamento y hombres a través de esa parte de la frontera ucraniana.
Berlín sigue apostando por la vía diplomática, reiteró Seibert, pero coincide con la opinión mayoritaria en la UE de que será necesario dictar nuevas sanciones si no se logra la ansiada distensión en el conflicto.
El portavoz declinó hacer pronósticos acerca de las posibilidades de que se adopten medidas concretas contra Moscú en la próxima cumbre de la UE, la semana entrante, y rechazó que hubiera diferencias "sustanciales" entre la postura de Berlín y París.
Seibert se refirió a la conversación mantenida ayer entre Merkel y el presidente francés, François Hollande, en que de nuevo instaron a Putin a contribuir a poner fin al conflicto ucraniano.
París y Berlín coinciden en la necesidad de lograr de Moscú "un esfuerzo claro" en dirección a la distensión y a hacer desistir a los separatistas y demás grupos armados de nuevas hostilidades, recordó el portavoz. EFE