EFE
El hambre amenaza a 37 países que dependen de la ayuda alimentaria externa como consecuencia de los conflictos y las sequías pese a que a nivel mundial abundan las cosechas, señaló hoy la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Su último informe sobre perspectivas de cosechas y situación alimentaria destaca que 28 de esos 37 países dependientes del exterior están en África, donde las sequías del año pasado vinculadas al fenómeno de El Niño han seguido causando estragos.
Los conflictos prolongados han aumentado igualmente el número de personas desplazadas que pasan hambre, lo que hace que tiendan a crecer las emergencias por inseguridad alimentaria.
El director general adjunto de la FAO Kostas Stamoulis apuntó en un comunicado que el mundo se halla en un momento "sin precedentes", con cuatro amenazas de hambruna en varios países a la vez.
En ciertas zonas de Sudán del Sur se declaró la semana pasada la hambruna, que se calcula que afecta a 100.000 personas, mientras que en todo el país 4,9 millones de sursudaneses necesitan asistencia alimentaria urgente.
En Yemen la guerra y la escasez de alimentos han hecho que 17 millones de personas (dos tercios de la población) sufran hambre, la mitad de los cuales requiere ayuda de emergencia, por lo que el riesgo de declarar la hambruna "es muy alto", según la ONU.
En el norte de Nigeria hay 8,1 millones de personas con inseguridad alimentaria aguda a causa de las acciones del grupo yihadista Boko Haram, lo mismo que 2,9 millones en Somalia afectados por el terrorismo de Al Shabab y una dura sequía que ha reducido la producción de alimentos en parte del país un 70 % por debajo de la media, agotando las reservas.
Afganistán, Burundi, la República Centroafricana, la República Democrática del Congo, Irak, Birmania y Siria son otros de los países donde los combates y disturbios han puesto en riesgo la alimentación de millones de personas, repercutiendo en los Estados vecinos que reciben a sus refugiados.
Ajena a este tipo de crisis, la producción de cereales se recuperó en Centroamérica en 2016 y fue abundante en Asia, Europa y Norteamérica, según el informe de la FAO.
La producción mundial de trigo podría situarse este año en unos 775 millones de toneladas, un 1,8 % inferior a la del año pasado, que registró niveles históricos, si bien los excedentes acumulados auguran una situación "cómoda" a nivel global.
Para este año se prevé además una mejora de la producción agrícola en el sur de África, reducida anteriormente por el impacto de El Niño, aunque la plaga de una oruga y las inundaciones localizadas en Mozambique, Zambia y Zimbabue podrían limitar su crecimiento.
2017-03-02