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Los elefantes salvajes pueden distinguir entre las lenguas humanas y saber si una voz es de un hombre, una mujer o un niño, según un nuevo estudio.
Esa fue la conclusión de los investigadores cuando reprodujeron grabaciones de personas para varios elefantes en Kenia. Los científicos dicen que esta habilidad de pensamiento avanzado, que no se ha detectado en otros animales, permite a los elefantes averiguar quién es una amenaza y quién no lo es.
Los resultados muestran también que mientras que los investigadores estudian a los elefantes, estos animales inteligentes también analizan a las personas, aprovechando su célebre memoria, dijo la autora del estudio, Karen McComb.
"Básicamente, ellos han desarrollado este conocimiento muy rico de los seres humanos, con quienes comparten su hábitat", dijo McComb, profesora de conducta y cognición animal de la Universidad de Sussex en Inglaterra.
"La memoria es la clave. Deben construir ese conocimiento de alguna manera", agregó.
El estudio fue publicado el lunes en la revista especializada Proceedings of the National Academy of Sciences (Actas de la Academia Nacional de Ciencias).
McComb y sus colegas viajaron al Parque Nacional de Amboseli, en Kenia, donde cientos de elefantes salvajes viven entre los humanos, a veces en conflicto por el agua escasa.
Los científicos utilizaron grabaciones de voces de hombres masái —quienes en ocasiones matan elefantes en enfrentamientos mientras pastorean su ganado— y los hombres de Kamba, que representan menos amenaza para los elefantes.
Las grabaciones contenían la misma frase en dos idiomas diferentes: "Mira allá, se acerca un grupo de elefantes".
Cuando escucharon la grabación en idioma masái, los elefantes reaccionaron defensivamente en una proporción de casi dos a uno: retirándose y concentrándose, aparentemente porque asociaron las voces con la tribu humana más amenazadora, dijo Graeme Shannon, de la Universidad Estatal de Colorado y coautor del estudio.
"Ellos están haciendo un discernimiento muy fino usando habilidades para detectar el lenguaje humano", dijo Shannon. "Son capaces de adquirir conocimientos muy detallados. La única manera de hacerlo es con un cerebro excepcionalmente grande".
Los investigadores repitieron el experimento con grabaciones de hombres y mujeres masái. En vista de que las mujeres casi nunca agreden a los elefantes, los animales reaccionaron menos defensivamente a las voces de las mujeres. Lo mismo ocurrió cuando se sustituyeron las voces por las de muchachos.
"Hacer este tipo de distinciones sutiles en los patrones de la voz humana es muy notable", dijo el experto en cognición animal de la Universidad de Emory Frans de Waal, quien no participó en el estudio.
Aunque el estudio revela hallazgos sobre la inteligencia de los elefantes y su capacidad de adaptación, también indica un problema, dijo el biólogo Josh Plotnik, fundador del grupo de investigación y defensa de los elefantes Think Elephants International, en un correo electrónico.
"Esto es fascinante porque apoya la evidencia que ya tenemos de que estos animales son muy flexibles conductualmente, pero también es triste porque indica que está creciendo el conflicto entre humanos y elefantes", añadió Plotnik, quien tampoco formó parte del estudio.
En otro experimento, McComb y Shannon alteraron las voces femeninas —haciendo que sonaran como masculinas al bajar su tono y resonancia— y masculinas —haciendo que sonasen femeninas, al incrementar su tono.
Esos cambios pueden engañar a la mayoría de los humanos, pero los elefantes inteligentes no cayeron en la trampa, dijo McComb. Volvieron a alejarse de las voces masculinas, a pesar de estar alteradas, y no de las voces femeninas manipuladas para que sonaran masculinas.