DPA
La guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) aceptó hoy su responsabilidad en el ataque armado que sufrió el pasado domingo la candidata presidencial por el partido izquierdista Unión Patriótica (UP), Aída Abella, en una carretera del departamento de Arauca.
En un comunicado difundido este jueves en Internet, el ELN explicó que el "incidente con la caravana (de 12 vehículos) de Abella" se produjo luego de que algunos guerrilleros les pidieran que se detuvieran para "averiguar el motivo de su presencia" en esa región del país, cercana a la frontera con Venezuela.
Sin embargo, según el texto, "en vez de detenerse, desde el interior de uno de los vehículos dispararon varias veces contra los guerrilleros, quienes tuvieron que resguardarse para no salir afectados y en reacción dispararon algunos tiros de arma corta".
El ELN argumentó además que "por tratarse de una zona de enfrentamientos continuos entre la insurgencia, y las fuerzas militares y paramilitares del régimen, se mantiene un control sobre los vehículos que penetran en estas carreteras secundarias".
Finalmente, el grupo guerrillero, que el pasado martes negó su autoría en el atentado y por el contrario culpó del hecho a "las poderosas fuerzas de extrema derecha", lamentó "profundamente el incidente" y pidió disculpas a la candidata.
"Tomaremos las medidas necesarias, para que tales hechos no vuelvan a ocurrir", concluyó el grupo ilegal, acusado por el gobierno de planear el atentado contra la candidata a la presidencia para las elecciones de mayo próximo, quien en 1996 abandonó el país luego de un atentado en su contra y regresó a finales de 2013.
El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, dijo pocas horas después del atentado que inteligencia militar había detectado comunicaciones en las que al parecer dos miembros del ELN hablaban sobre el incidente del que no resultaron víctimas.
Por su parte, la líder izquierdista, que había denunciado recientemente amenazas en su contra, culpó también a "los sectores militaristas de siempre" de estar detrás del atentado y solicitó al presidente Juan Manuel Santos brindarle las "garantías" necesarias "más allá de un carro blindado" para permanecer en el país.
Abella es una de las fundadoras de la UP en el intento de diálogo entre el gobierno de Belisario Betancur (1982-1986) y las FARC, pero estuvo por más de 20 años exiliada tras el exterminio por grupos paramilitares del partido político.
Dentro de los miembros de la UP se destacan algunos dirigentes de las FARC que ocuparon escaños en el Congreso como alias "Iván Márquez", actual jefe negociador en el proceso de paz que ese grupo celebra desde hace poco más de un año con el gobierno de Santos en Cuba.
El partido, fundado en 1984, desapareció a raíz de los constantes ataques de los grupos paramilitares que mataron a por lo menos 3.000 de sus integrantes, entre ellos dos candidatos presidenciales, ocho congresistas, 70 concejales y 11 alcaldes.
En julio de 2013 la UP recuperó el registro jurídico que había perdido en 2002 por no haber alcanzado en las elecciones de ese año el umbral de 50.000 votos.