El misterioso líder de un poderoso grupo de la red terrorista al-Qaida buscó secuestrar a empleados de Naciones Unidas en Siria y planeó que sus colaboradores se hicieran cargo en caso de que él falleciera, de acuerdo extractos de cartas obtenidas el miércoles por The Associated Press.
Funcionarios iraquíes de inteligencia ofrecieron las cartas a la AP, así como la primera fotografía conocida de Abu Mohamed al-Golani, líder del Frente Nusra, uno de los grupos radicales más poderosos que pelean contra el gobierno sirio en la guerra civil.
Las fuentes obtuvieron la información sobre al-Golani después que capturaron a integrantes de otro grupo de al-Qaida en septiembre. Los funcionarios hablaron con la condición del anonimato porque no estaban autorizados a dar información a los periodistas.
"Un soldado me dijo que observaba a algunos de los trabajadores en la ONU y que los secuestraría. Le pido a Dios que tenga éxito", se lee en un extracto de la misiva entregada por la Célula de Inteligencia Halcón de Irak, una unidad antiterrorista que trabaja bajo las órdenes del primer ministro iraquí Nuri al-Maliki.
Los funcionarios dijeron que en las otras cartas planeaban el secuestro y asesinato de otros extranjeros, así como civiles iraquíes y sirios.
Un empleado de la ONU estuvo ocho meses secuestrado en Siria y en octubre fue liberado. Otras dos decenas de efectivos de las fuerzas de paz fueron retenidos brevemente este año. No está claro si estos raptos tuvieron alguna relación con las cartas de al-Golani.
La sublevación en Siria comenzó en marzo de 2011 con protestas pacíficas en demanda de más democracia, pero se convirtieron en un conflicto armado cuando las fuerzas del presidente Bashar Assad reprimieron a los manifestantes.
Desde entonces, brigadas islámicas radicales han emergido como las fuerzas rebeldes más poderosas de Siria, y entre ellas destaca el Frente Nusra.
Bajo el mando de al-Golani, el grupo ha dominado las partes que controlan los rebeldes en el sur de Siria y es una poderosa fuerza de combate en las afueras de Damasco y el norte de Siria, con entre 6.000 y 7.000 hombres en sus filas. AP