DPA
El sector empresarial brasileño ha presionado a la presidenta Dilma Rousseff para que acelere en Bruselas, durante la cumbre Brasil-Unión Europea, el acuerdo entre el bloque europeo y el Mercosur.
Según informó hoy el diario "O Estado de Sao Paulo", ese fue el tema central de una reunión que la mandataria mantuvo el domingo con empresarios de su país, en la víspera de la cumbre que se celebra hoy.
De acuerdo con el medio, la Confederación Nacional de la Industria (CNI), pidió específicamente que intente acelerar las negociaciones vinculadas a la apertura de los mercados de los países sudamericanos y europeos, para que puedan estar concluidas antes de mayo próximo, cuando se celebran las elecciones en Europa.
Los debates para la flexibilización del intercambio comercial entre el bloque europeo y el sudamericano, integrado por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela, se vienen prolongando desde hace 15 años. Venezuela no participa de esta negociación, puesto que se integró al bloque después de que fuera iniciada.
Básicamente, los sudamericanos pretenden que Europa abra sus mercados a sus productos agrícolas y suspendan los subsidios con los que protegen a sus productores, mientras que los europeos aspiran a la apertura de los mercados sudamericanos para sus productos industriales.
El año pasado, las partes habían establecido diciembre como fecha límite para que cada bloque presentara sus respectivas listas con los artículos cuya importación está dispuesto a liberalizar, pero la fecha fue aplazada por tiempo indeterminado a pedido de la UE.
En declaraciones que divulga hoy el diario "Folha de Sao Paulo", el presidente de la CNI, Robson Andrade, dijo que durante la reunión la presidenta afirmó que se está muy cerca de alcanzar un acuerdo en el Mercosur para que el bloque presente una propuesta unificada sobre los productos europeos librados.
"La presidenta no ocultó que existen dificultades, pero mostró que existe un empeño de Brasil (para que el acuerdo se logre)", precisó al respecto el presidente de la Asociación Brasileña de la Industria Textil (ABIT), Fernando Pimentel.
Rousseff puede intentar acelerar las negociaciones entre ambos bloques, pero no participa en la cumbre en representación del Mercosur, por lo que no podrá tomar ninguna decisión en nombre de sus socios sudamericano.
Según ambos medios de prensa, los empresarios brasileños expresaron a la presidenta su deseo de que si el acuerdo entre el Mercosur y l a UE continúa dilatándose, Brasil alcance un tratado de esas característimas de manera unilateral.