Un trabajador canadiense de la ONU secuestrado en Siria en febrero pasado consiguió escapar de sus captores y fue entregado por las autoridades sirias al organismo internacional
El rehén, llamado Carl Campeau, es miembro de la Fuerza de Observación de la ONU para la Retirada (UNDOF), que controla desde 1974 el alto el fuego entre Israel y Siria, y fue secuestrado en la zona de Jan al Sheij, en la periferia de Damasco.
En declaraciones a la televisión oficial siria, el propio Campeau explicó que huyó de la vivienda donde estaba retenido en un momento en que sus secuestradores habían salido.
"Siento que he vuelto a la vida", declaró el canadiense, que animó a otros rehenes a intentar escapar si pueden.
Por su parte, el viceministro sirio de Exteriores, Faisal Miqdad, acusó a "grupos criminales" de estar detrás del rapto y aseguró que las autoridades "no dejaron piedra sin levantar" para devolver a Campeau a la ONU y su familia.
Los secuestros se han vuelto frecuentes en Siria, inmersa en un conflicto desde mediados de marzo de 2011.
Según datos difundidos este mes por la organización Campaña Emblema de Prensa (PEC, en sus siglas en inglés), al menos 22 periodistas extranjeros han sido raptados a lo largo del último año en Siria, entre ellos el español Marc Marginedas, enviado de "El Periódico de Catalunya", retenido desde el 4 de septiembre.
Por otro lado, todavía siguen en manos de sus secuestradores tres de los seis trabajadores de la Cruz Roja raptados hace cuatro días junto a un empleado de la Media Luna Roja en la provincia de Idleb./EFE
2013-10-17