AP
Trinidad y Tobago, en el corazón del Caribe, ha pasado a ser una insospechada fuente de combatientes y fondos para la organización Estado Islámico, que ha generado un esfuerzo internacional para frenar el flujo de dinero y reclutas a Siria e Irak.
Funcionarios de los aparatos de seguridad y expertos creen que unos 125 combatientes o familiares de ellos han viajado de Trinidad y Tobago a Turquía y de allí a zonas controladas por el EI en los últimos cuatro años, haciendo de esta nación de 1,3 millones de habitantes la principal fuente per cápita de reclutas de EI en el hemisferio occidental.
Estado Islámico ha difundido videos y publicaciones de propaganda que muestran combatientes barbudos con un acento típicamente trinitario, portando fusiles y alentando a sus compatriotas a que se les unan.
Las autoridades trinitarias han lanzado una intensa campaña de vigilancia del movimiento islamista que se registra aquí, el cual existe desde hace tiempo y se mezcla a veces con elementos delictivos. Hace poco propusieron una legislación para combatir el envío de dinero a los combatientes del Estado Islámico en el exterior, fijando castigos para quienes envían fondos a esa organización.
"Siempre ha habido preocupación en torno al dinero que sale de Trinidad y Tobago y que podría estar involucrado en actividades terroristas", afirmó el ministro de seguridad nacional Edmund Dillon. "Hay una minoría en la comunidad musulmana que está empeñada en emprender este tipo de acciones".
Las autoridades estadounidenses expresan alarma ante la cantidad de combatientes y dinero que salen de Trinidad y Tobago.
"Ellos (los trinitarios) no son los únicos preocupados con este nuevo fenómeno de radicalización y con lo fácil que resulta", comentó el almirante Kurt Tidd, quien está a cargo de las operaciones del Departamento de Defensa en Centro y Sudámerica y en el Caribe. "Tienen que entender cuáles son las condiciones que pueden predisponer a un individuo a entrar en un proceso de radicalización para poder tomar medidas preventivas antes de que se embarquen en un camino que arroja resultados trágicos, como hemos visto en sitios como París, Bruselas, Berlín, Orlando y San Bernardino".
Tidd elogió a Trinidad y Tobago por aprobar la ley antiterrorista y por cooperar con Estados Unidos y otros países.
"Trinidad es un país serio que reconoce que hay que ponerse las pilas", dijo Tidd.
Algunos líderes musulmanes se oponen a estos esfuerzos y acusan al gobierno de no ofrecerles una vida mejor a los jóvenes mayormente negros y pobres que se sienten atraídos a EI.
Trinidad y Tobago, una nación petrolera frente a las costas de Venezuela, tiene una gran mezcla de culturas, la mayoría de ellas originarias en la India y Africa. Su minoría musulmana está constituida por descendientes de indios y por negros conversos y cuenta con decenas de mezquitas y corrientes radicalizadas como Jamaat al Muslimeen, responsable de un intento de golpe en 1990 considerado el único alzamiento islamista del hemisferio occidental.
"Considero que la culpa es del gobierno, el presente y los del pasado", afirmó Yasin Abu Bakr, líder de Jamaat Al Muslimeen, que tiene al menos dos miembros que viajaron a Siria. "¿Por qué los jóvenes de sitios como Trinidad y Tobago, la tierra del calipso y las bandas de percusión caribeñas, del carnaval y la alegría, del chatni y todo lo demás… Por qué dejan a sus familias y se van a un sitio donde la muerte es casi segura? ¿Por qué hacen eso? Ese es el gran interrogante que debe responder el estado".
Umar Abdullah, director del Frente Islámico del sur de Trinidad, dice que él personalmente trata de convencer a sus miembros de que no vayan a combatir a Siria. Afirmó que conoce a varios jóvenes que son combatientes de EI, pero no dio detalles.
"Me siento responsable en cierta medida de que algunos de estos hermanos se hayan ido a Siria a pelear", declaró Abdullah. "Siento que pude haber hecho más, que pude haberlos convencido" de que no se fuesen.
Al mismo tiempo, Abdullah dijo que los reclutas de EI son legítimos defensores de los musulmanes en Siria e Irak, y los comparó con soldados de Occidente que participan en acciones militares en el Medio Oriente.
Sostuvo que se niega a llamarlos terroristas y los considera en cambio "luchadores por la libertad".
Los esfuerzos del gobierno estadounidense de Donald Trump por impedir el ingreso de personas de siete países de mayoría musulmana han generado inquietud en Trinidad y Tobago.
Pero algunos líderes islamistas de Trinidad dicen que están de acuerdo con Trump y que incluso lo admiran.
"Coincido con Donald Trump en un 110%", expresó Abu Bakr. "Es más, siento profunda admiración por Donald Trump".
2017-02-16