Una investigación oficial británica exculpó hoy a la Policía de Londres de la muerte de Mark Duggan, que desató los disturbios que azotaron la capital británica y otras ciudades del Reino Unido en agosto de 2011.
Duggan, padre de seis hijos y de origen afrocaribeño, falleció a los 29 años por disparos de la Policía cuando se encontraba en un taxi, en un incidente en el que un agente resultó herido, lo que desató una ola de violencia en el humilde barrio de Tottenham, al norte de Londres.
En el momento del altercado, el 4 de agosto de 2011, Duggan era seguido por agentes que creían que acababa de recoger un revólver de otro individuo, si bien la investigación oficial determinó hoy que en ese momento no portaba un arma.
Tras la muerte de Duggan, descrito por la Policía como un "criminal de barrio", lo que comenzó como una pequeña marcha pacífica de protesta en Tottenham derivó en graves disturbios en otros barrios deprimidos de Londres y varios puntos del país, que se saldaron con más de 3.000 detenciones y numerosos daños materiales.
La investigación oficial realizada por un jurado de siete mujeres y tres hombres en el Royal Court of Justice concluyó hoy que la Policía mató a Duggan pero sin que se produjera violación de la ley, un fallo que ha indignado a sus familiares y allegados.
El jurado concluyó que, aunque Duggan no portaba un arma cuando fue disparado por la Policía, era "más probable que no" que hubiera arrojado una pistola desde el taxi -que fue encontrada a seis metros del lugar donde falleció- antes de ser tiroteado.
En una decisión de ocho votos a favor y dos en contra el jurado indicó que los agentes pararon el taxi de una manera que "minimizara en la medida de lo posible el recurso a la fuerza letal".
Tras conocerse el fallo, varios manifestantes se congregaron a las afueras del tribunal para protestar y proferir gritos contra la Policía mientras sus familiares lo criticaron duramente.
Una de esas personas pidió a uno de los reporteros que esperaba a la salida del tribunal que escribiera que a la luz de este veredicto "una vida negra no vale nada".
"No podemos creernos que éste sea el fallo. No tenía ningún arma en su mano, con lo cual fue asesinado", afirmó un portavoz de la familia Duggan.
Su hermano, Shaun Hall, a quien se vio gritando al conocerse la sentencia, aseguró a la prensa que continuaría "luchando por la justicia" al tiempo que la tía de Duggan afirmó que su sobrino había sido "ejecutado".
Mientras, un portavoz policial lamentó el fallecimiento del joven, mientras grupos de manifestantes expresaban a gritos su indignación. EFE