"Estamos seriamente preocupados por las acusaciones de uso excesivo e indiscriminado de la fuerza frente a las protestas, así como por las detenciones arbitrarias y muertes", dijeron los relatores sobre ejecuciones extrajudiciales, Agnès Callamard, sobre la libertad de reunión y asociación, Maina Kiai, y sobre los defensores de los derechos humanos, Michel Forst.
A esta toma de posición se unieron los miembros del Grupo de Trabajo de la ONU sobre Detenciones Arbitrarias.
Las manifestaciones en Venezuela se intensificaron después de que el Tribunal Supremo de Justicia anunciará el pasado mes su decisión de asumir los poderes legislativos de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora.
La decisión fue revertida posteriormente, pero las protestas continuaron.
"En este momento la tensión política es elevada y la opinión pública está fuertemente dividida, pero en situaciones como ésta es cuando precisamente los gobiernos deben hacer más para proteger los derechos de las personas", señalaron los expertos en un comunicado difundido en Ginebra.
Asimismo, llamaron la atención sobre la medida que introdujo una respuesta militar automática a las manifestaciones,
"La respuesta cada vez más militarizada es contraproducente porque sólo aumenta las tensiones y el riesgo de lesiones y muerte", comentaron los expertos.
"Las manifestaciones deberían ser manejadas normalmente sin recurrir a la fuerza. Cualquier uso de la fuerza debe ser estrictamente necesario y proporcional a una amenaza específica", agregaron.