EFE
El expresidente iraní Mahmud Ahmadineyad augura en una entrevista a Efe "el colapso" de Estados Unidos como potencia hegemónica tras embarcarse en "una nueva guerra" en Asia, lo que causará "terremotos políticos" en el mundo.
Siguiendo la estela del imán Jomeiní, fundador de la República Islámica, que presagió el derrumbe de la Unión Soviética, Ahmadineyad aseguró que Washington "no tiene más opción que crear una nueva guerra y justo la nueva guerra causará la destrucción de su poder mundial".
"EEUU como gobierno mundial se dirigirá con rapidez hacia el colapso y esto causará por supuesto en diferentes puntos del mundo tensiones, conflictos y terremotos políticos", apostilló durante el encuentro en su despacho de Teherán, el primero formal con un medio de comunicación en casi cuatro años.
Relajado y con voz pausada, hasta que un tema le emociona y eleva el tono, Ahmadineyad insistió varias veces en que el aumento del presupuesto de defensa pedido por el presidente estadounidense, Donald Trump, "significa guerra".
"Yo estoy informado de que tanto en el este como en el oeste de Asia EEUU está buscando una nueva guerra", subrayó, agregando que Trump parece querer "solucionar los temas internos causando problemas en el mundo".
El expresidente, que durante sus dos mandatos (2005-2013) supuso un quebradero de cabeza para Occidente, no quiso precisar si esa guerra será contra Irán tras las amenazas efectuadas por Trump desde que llegó a la Casa Blanca.
Centrado en EEUU y en su visión sobre la situación internacional, Ahmadineyad intentó evitar las preguntas relacionadas con la actualidad de Irán, pero ante la insistencia de Efe refirió algunas de sus impresiones sobre las próximas elecciones presidenciales.
"Estoy seguro de que en las elecciones de este año el pueblo tomará una decisión importante y creerá una oportunidad mayor para sí mismo", dijo, poniendo en duda la reelección del presidente, Hasan Rohaní.
Ahmadineyad apostó por una de sus personas de confianza y dos veces vicepresidente durante sus mandatos, Hamid Baqaí, cuya candidatura -de ser aceptada por el Consejo de Guardianes- fomentará a su juicio que "el resultado sea otra cosa".
Con la bandera iraní y una imagen del imán Jomeiní y del líder supremo, Alí Jameneí, a sus espaldas, sobre el escritorio, también aludió a la recomendación de este último de que no concurriera a los comicios.
"Él es el líder. Me recomendó que no me presente y yo acepté", señaló cortante y sin valorar si cómo decía Jameneí él era un factor de división en la sociedad, alegando que no le pidió explicaciones.
Tampoco quiso entrar en detalle sobre la eficiencia del Gobierno de Rohaní, cuyas políticas criticó duramente en un reciente discurso que muchos interpretaron como dirigido al líder, un supuesto que Ahmadineyad negó en la entrevista.
Consideró que en Irán hay problemas "económicos, políticos y las presiones del Gobierno de EEUU y algunos de sus aliados" y que los supuestos beneficios del acuerdo nuclear firmado entre Irán y seis grandes potencias en julio de 2015 -el gran logro de Rohaní- no los siente el pueblo.
"Se creo una esperanza muy grande de que con el acuerdo se solucionarían todos los temas (…) pero en la práctica nos enfrentamos con nuevas sanciones", y dificultades en las relaciones comerciales, lamentó.
No obstante, los posibles problemas de Irán siempre los extrapoló a nivel internacional, divagando sobre las restricciones a la libertad, las disfunciones en el modelo democrático y los sistemas corruptos de todo el mundo.
"El problema de la humanidad es que todavía nosotros no hemos llegado a la libertad", porque esa libertad verdadera y absoluta solo se logra con la formación de "una sociedad mundial", filosofó.
Minimizó la importancia de la obligatoriedad del velo para las mujeres en Irán alegando que por ejemplo resta más libertad a su país que EEUU despliegue buques en el golfo Pérsico.
"Los occidentales quieren tener un dominio y critican a cualquier sociedad que está en contra de ellos o que no sigue sus políticas", denunció, asegurando que "la gente no es libre ni en EEUU ni en Europa".
Ahmadineyad, ahora miembro del Consejo de Discernimiento iraní, gusta de dar consejos al mundo pese a que durante su mandato organizaciones internacionales como Human Rights Watch denunciaron un empeoramiento de la situación de los derechos humanos en Irán.
En su opinión, hay que "pensar en una reforma básica para todo el mundo, incluido Irán" tanto a nivel de libertades como de democracia porque -apuntó- "ninguno de los mecanismos previstos para la voluntad del pueblo es completo".
2017-03-29