Familiares de los seis jóvenes que murieron en diciembre en una playa en Portugal reclamaron al único superviviente de la tragedia que aclare los hechos mientras medios portugueses afirman que hubo novatadas aquella noche.
En un comunicado divulgado en medios portugueses, los familiares pidieron aclarar "todo lo que pasó aquel fin de semana" y pusieron a disposición del público un correo electrónico para aquellos que puedan ofrecer información sobre lo sucedido.
El siniestro conmocionó al país el pasado 15 de diciembre cuando el superviviente, de 23 años, llamó de madrugada a los servicios de emergencia para reclamar ayuda en la playa de Meco, en Setúbal, a unos 50 kilómetros al sur de Lisboa.
A su llegada, el equipo de rescate encontró al joven con síntomas de ahogamiento y este les explicó que había sido arrastrado por una ola en la orilla junto a otros seis amigos.
El cadáver de uno de sus compañeros fue encontrado esa mañana de domingo en las cercanías y los de los otros cinco aparecieron en estado de descomposición tras varios días de búsquedas.
Más de 40 días después del suceso, los familiares de víctimas de manera conjunta censuraron en una rueda de prensa que el joven no les haya contactado y haya permanecido en silencio.
Fátima Negrao, madre de una de las víctimas, afirmó que los familiares han sido "bastante tolerantes" con el joven y su objetivo no es "crucificar" su comportamiento, sino "aclarar los hechos".
Sin afirmar que hay sospechas de delito, las autoridades investigan lo ocurrido aquella noche bajo secreto de sumario y esperan tomar declaración del superviviente en las próximas semanas.
También la Universidad Lusófona, a la que pertenecían los seis fallecidos y el superviviente, abrió esta semana una investigación frente a "la creación de especulaciones" sobre los hechos.
El superviviente, que fue dado de alta del hospital a la mañana siguiente del suceso, recibe apoyo psicológico y, según la Universidad Lusófona, no ha prestado declaración pública ante las autoridades porque estas no la han solicitado todavía.
Los familiares del joven divulgaron un comunicado el viernes para defenderse de las especulaciones en los medios de comunicación y afirmaron que el superviviente sí hablo con los padres de las otras víctimas, aunque estos lo niegan.
En las últimas semanas, medios portugueses han intentado recomponer los hechos de aquella noche a través de testimonios de algunos vecinos de la zona y de los amigos de los estudiantes.
Según el diario "Expresso", los jóvenes alquilaron una casa en Aiana, un pueblo a ocho kilómetros de la playa, para preparar actividades como responsables de la Comisión de las Novatadas de la Universidad Lusófona de Lisboa.
Las víctimas eran responsables de varios subcomités de la organización y el superviviente era el responsable de mayor rango, conocido como "Duque" en la jerga estudiantil.
Algunos vecinos de la zona afirmaron que vieron a los jóvenes realizar ejercicios físicos en un jardín y caminar hacia la playa, además de varios coches aparcados en la casa que no pertenecían a ninguna de las víctimas.
Las novatadas son un ritual arraigado entre los estudiantes universitarios de Portugal que las organizan dentro de asociaciones jerarquizadas por cursos y vestidos con un reconocible tradicional traje negro con capa. /EFE
Domingo 26/1/2014