EFE
La nieve paralizó Moscú con un récord histórico de precipitaciones que ha causado ya un muerto, la caída de cientos de árboles, congestionado el tráfico y obligado a retrasar decenas de vuelos.
"Lamentablemente, las inclemencias no han pasado sin víctimas. Una persona murió (el sábado) debido a la caída de un árbol", dijo Serguéi Sobianin, alcalde de Moscú, en las redes sociales.
El alcalde advirtió que el tiempo empeorará en las próximas horas, por lo que recomendó a los moscovitas, especialmente a los conductores, que tengan sumo cuidado.
"Se espera una gran nevada y viento huracanado de unos 20 metros por segundo. Aconsejo mantenerse alejados de árboles y postes de electricidad", añadió.
Sólo en las últimas 24 horas han caído 23 milímetros de nieve, lo que supone un 64 % de la norma mensual y un máximo de precipitaciones para un 3 de febrero desde 1957.
El manto que cubre actualmente la capital rusa tiene ya 43 centímetros de grosor en algunos lugares, pero es que la nieve no ceja de caer intensamente sobre la urbe de 12 millones de habitantes.
Más de 20.000 personas y unos 10.000 camiones, tractores y máquinas quitanieves participan en la limpieza de las carreteras, calles, parques y puentes.
Paradójicamente, este ha sido uno de los inviernos más cálidos que se recuerdan -el sábado las temperaturas apenas bajaban de cero grados-, aunque se espera que la temperatura descienda por debajo de los diez grados bajo cero la próxima semana.