El gobierno colombiano afirmó hoy que no ve "ninguna amenaza" en la postura del máximo jefe de la guerrilla de las FARC, alias "Timochenko", quien advirtió que revelará detalles del proceso de paz que las partes cumplen en Cuba, a pesar del previo compromiso de mantener la confidencialidad.
"Timochenko", cuyo nombre real es Rodrigo Londoño, dijo en una carta pública que ante los frecuentes pronunciamientos del gobierno en torno a la demora para llegar a acuerdos y los calificativos de "terroristas" que hacen contra la guerrilla algunos miembros del gobierno, se debe conocer "la verdad" de lo que ha ocurrido en La Habana.
En ese sentido, el jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) señaló que autorizó a sus representantes en la mesa de negociación a elaborar un informe para salir al paso de "la retórica" del gobierno, que, aseguró, "hace daño".
Sin embargo, el jefe de la delegación gubernamental en el proceso de paz, Humberto de la Calle, manifestó que al gobierno no le preocupa la revelación de detalles de lo que se ha conversado, aunque calificó de "incomprensible" la postura de "Timochenko".
"Es curioso que las FARC se quejen de excesos retóricos cuando todos los colombianos son conscientes de que en estas conversaciones la retórica ha corrido exclusivamente por cuenta de las FARC", dijo De la Calle en Bogotá, pues las negociaciones están en uno de los ciclos de receso.
"Para el gobierno, la supuesta revelación de lo ocurrido en La Habana no constituye ni puede constituir ninguna amenaza. Ni una sola de las intervenciones del gobierno en La Habana se ha salido de los más estrictos lineamientos del Estado de Derecho y de la preservación del sistema democrático. Allí no hay, ni puede haber, ni aceptamos amenazas de ninguna naturaleza", dijo De la Calle.
El jefe del equipo negociador del gobierno agregó que "la mejor prueba" de que en la mesa no se discuten cosas en secreto es que los eventuales acuerdos entre las partes tendrán que ser refrendados por los colombianos con un mecanismo aún por acordar.
El gobierno es partidario de un referéndum, mientras que las FARC piden que se convoque una Asamblea Nacional Constituyente para modificar la Constitución de 1991.
"Lo que realmente molesta a las FARC es que el gobierno sigue fiel a la agenda de conversaciones y no se desviará en ningún momento de esa agenda. Esa agenda es la clave y la columna vertebral de lo que estamos haciendo en La Habana", dijo De la Calle, tras reiterar que el 3 de octubre los delegados del presidente Juan Manuel Santos estarán en Cuba para un nuevo ciclo de conversaciones.
Por su parte, el delegado de Naciones Unidas en Colombia, Fabrizzio Hochschild, pidió hoy desatender "el ruido político" que existe alrededor del proceso de paz y resaltó que "lo que cuenta es lo que está pasando en la mesa" de La Habana.
"En toda negociación hay altos y bajos, y lo que cuenta es lo que pasa en la mesa, no lo que pasa en la prensa o en la retórica. Creo que es mejor no fijarse demasiado en la retórica", afirmó Hochschild desde Bogotá al cierre de un foro sobre soluciones al problema de la droga, cuyas conclusiones serán enviadas a los negociadores en Cuba.
Asimismo, el presidente del Senado, Juan Fernando Cristo, dijo que las FARC deben "hacer más y hablar menos".
"Esperamos que tomen decisiones de fondo, permitan acelerar el proceso y demostrarle a todo el pueblo colombiano que hay una verdadera decisión de dejar las armas y de reinsertarse a la vida civil", dijo.
Las partes iniciaron las negociaciones en Cuba en noviembre pasado, que ya dejan como resultado un acuerdo en el tema de desarrollo agrario integral, primer punto de la agenda de diálogo.
Actualmente se discute el tema de la participación en política de los guerrilleros desmovilizados, en tanto que falta por discutir ítems como la solución al problema del narcotráfico, reparación a las víctimas del conflicto armado e implementación, verificación y refrendación de los acuerdos. /DPA