EFE
El Gobierno del presidente de EE.UU., Barack Obama, se volcará esta semana en la tarea de animar a los ciudadanos, en particular a los hispanos, a contratar los nuevos seguros médicos de la reforma sanitaria, puesto que el plazo de inscripción concluye en siete días.
Aunque está fuera del país en una gira por Europa y Arabia Saudí, el propio Obama volvió a insistir, en una entrevista emitida hoy en el programa "El Bueno, la Mala y el Feo" de Univisión Radio, en la importancia de que quienes no tienen cobertura sanitaria compren un seguro antes del 31 de marzo para no quedar expuestos a multas.
"Los latinos son más propensos a no tener seguro de salud. Y el problema es que, si usted tiene un accidente, se enferma o algún miembro de su familia cae enfermo, puede terminar en la quiebra", enfatizó el presidente.
Se calcula que una de cada cuatro personas sin cobertura de salud en el país son hispanas.
Según la Casa Blanca, unos 10,2 millones de latinos sin seguro tienen la oportunidad de optar a uno en los nuevos mercados creados bajo la reforma sanitaria promulgada en 2010 y, de ellos, unos 8 millones pueden ser elegibles para el Medicaid (programa de asistencia a personas de bajos recursos) o para otro tipo de subsidios y descuentos.
Pero muchos latinos consideran, por falta de información, que no pueden costearse esos seguros y otros temen que, al compartir sus datos personales con el Gobierno durante el proceso de inscripción, estos sean usados para deportar a familiares indocumentados.
La primera dama, Michelle Obama, también aportará su granito de arena al esfuerzo del Gobierno para aumentar las inscripciones con un artículo que se publicará este martes en la página web thebump.com, dirigida sobre todo a las mujeres.
Mientras, el vicepresidente Joe Biden participará durante la semana en entrevistas con emisoras de radio regionales para llegar a los jóvenes, muchos de ellos reacios a contratar un seguro de salud.
En la campaña para promover las inscripciones en esta recta final se han involucrado también los secretarios de Salud, Kathleen Sebelius, y de Trabajo, Thomas Pérez, así como Valerie Jarrett, alta asesora de Obama y quien participará en actos sobre la reforma en Los Ángeles y Phoenix (Arizona) hoy y el miércoles.
La semana pasada la cifra de inscritos en los nuevos seguros en todo el país llegó a cinco millones y la meta del Gobierno es alcanzar los seis millones hasta el 31 de marzo.
El objetivo que se había marcado en un principio la Administración era lograr siete millones de inscripciones entre el 1 de octubre, cuando se abrió el plazo, y finales de marzo, pero la meta se rebajó debido a los numerosos problemas en la página web creada para contratar los nuevos seguros en sus primeras semanas de funcionamiento.
Promulgada en 2010 y rechazada aún por muchos republicanos, la reforma sanitaria está considerada el mayor logro en política nacional del mandato de Obama, aunque su aplicación sufrió un duro revés con los fallos en la web para obtener los nuevos seguros médicos.
A estos fallos se han sumado las quejas de la comunidad empresarial por los costes y el poco tiempo dado para adaptarse a la nueva ley.
El pasado fin de semana, al conmemorar el cuarto aniversario de la firma de la ley, Obama destacó en un comunicado que gracias a la reforma 100 millones de estadounidenses tienen hoy derecho a atención preventiva gratuita, como mamografías y cobertura anticonceptiva.
Además, tres millones de jóvenes han podido permanecer durante más tiempo en los planes de salud de sus padres.
"Son estos números, y las historias detrás de ellos, los que determinarán en última instancia el destino de esta ley", anticipó Obama.