Un total de 1,2 millones de hectáreas de bosques han ingresado hasta ahora en el programa "Socio Bosque" que lidera el Gobierno de Ecuador para evitar la deforestación y sumar así fuerzas para proteger el medio ambiente.
Ecuador tiene remanentes de bosques de unos 10 millones de hectáreas, de las cuales unas 4,5 millones están dentro del sistema de áreas protegidas.
"Socio Bosque tiene actualmente 1.227.000 hectáreas bajo conservación. De estas, alrededor de unas 200.000 se encuentran dentro del sistema de áreas protegidas", dijo a Efe Max Lascano, director de Socio Bosque, un programa que comenzó en 2008.
El 86 % de las hectáreas que acoge Socio Bosque están en territorios comunitarios, principalmente en provincias amazónicas.
Desde su inicio, Socio Bosque ha invertido aproximadamente 33 millones de dólares, la mayoría destinados al pago del incentivo a los socios.
La visión de Socio Bosque es que el propietario de la tierra ayuda a la conservación a través de la firma voluntaria de un convenio, por una duración de veinte años, a cambio de un incentivo económico, que está en función del número de hectáreas, así como del tipo de socios: comunitarios o individuales.
"Ellos se comprometen a no cambiar el uso del suelo. Pueden realizar otro tipo de actividades: ecoturismo, aprovechamiento de recursos forestales no maderables, cualquier actividad que no necesite talar el bosque", indicó.
Problemas con la financiación y con la legalización de tierras, que no avanza tan rápido como esperan, han dificultado la meta inicial de cuatro millones de hectáreas en siete años, por lo cual revisaron las estimaciones a unas 200.000 hectáreas anuales.
La tasa de deforestación de Ecuador está en unos 56.000 hectáreas por año, indicó Lascano al señalar que, aunque ha bajado con relación a años anteriores, les "preocupa" porque "sigue siendo alta" y los remanentes de bosques no son muy elevados.
Por ello, el Ministerio de Ambiente se plantea un programa "más agresivo" de restauración forestal para tratar de compensar las hectáreas que se pierden, con la meta -aún en análisis- de que en 2017 "ojalá, el país pueda tener una tasa de deforestación neta cero", dijo, al reconocer que es un objetivo muy ambicioso.
La deforestación se concentra en Esmeraldas, la Amazonía norte y la parte sur del país, principalmente por el "cambio de uso del suelo con fines agropecuarios", explicó.
La cooperación extranjera le ha llegado a Socio Bosque desde el Banco de Desarrollo Alemán con cinco millones de euros desembolsados en 2012 y con la firma, en febrero pasado, de un convenio por otros diez millones.
Entre los aliados de Socio Bosque figura también Conservación Internacional (CI) que, en 2013, aportó algo más de un millón de dólares para áreas de conservación de los centros de la nacionalidad Chachi (Esmeraldas) y Cofán (Amazonía).
El director de CI en Ecuador, Luis Suárez, hizo hincapié en que el Estado no "gasta" en el programa sino que realiza "inversiones" en conservación con una "gran cantidad de beneficios ambientales al país", como por ejemplo, la generación de recursos hídricos.
Añadió que los bosques son "fundamentales" para la disminución del calentamiento global y para menguar impactos del cambio climático.
Otro de los servicios ambientales es la belleza paisajística, la conservación misma de la biodiversidad y lo que ésta aporta en términos de posibles nuevas medicinas.
Lascano, economista de profesión con maestría en gestión y planificación ambiental, adelantó que diseñan un plan para proteger los manglares, de los que ahora hay unas 150.000 hectáreas en el país, algo que considera "poco".
"Actualmente ya no hay una deforestación de manglar. Más bien estos últimos años se ha recuperado por algunas políticas que se han emprendido como la regularización de camaroneras", comentó.
Ecuador es uno de los 17 países megadiversos del mundo, los que gozan de la mayor concentración de especies, pues alberga entre el 5 y el 10 % de la biodiversidad del planeta, según el Ministerio del Ambiente. EFE