Exiliado en Lisboa tras el golpe de estado que lo apartó del cargo, el primer ministro depuesto de Guinea Bissau, Carlos Gomes Júnior, lanza un llamamiento a la comunidad internacional para evitar que su país acabe convertido en un estado fallido controlado por el narco.
"Yo lo que me pregunto es por qué no nos ayudaron más, con toda la buena voluntad que mostramos", se lamenta en una entrevista concedida hoy a EFE, en la que reconoce los múltiples y graves problemas que afronta Bissau, un país "potencialmente rico" pero que es, sin embargo, uno de los más pobres del mundo.
Localizado en el África Occidental y con apenas 1,6 millones de habitantes, ha sido víctima de continuos levantamientos militares desde que declaró su autonomía de Portugal en 1973, aunque la independencia no fue aceptada por la metrópoli hasta un año después.
El último golpe de Estado ocurrió en abril de 2012, cuando Gomes Júnior era el claro favorito en la segunda ronda de las elecciones presidenciales.
"En este año y medio, hemos retrocedido hasta el principio y ahora tocará empezar de cero", advierte.
Tanto él como diferentes organismos internacionales denuncian las intensas relaciones que mantienen algunas facciones militares influyentes en Bissau con redes internacionales de narcotraficantes.
En ese contexto de marcada inestabilidad política, el país se ha convertido en una escala habitual de la droga que procede de Sudamérica y entra en el continente europeo.
"Combatir contra los capos de la droga es muy difícil porque son muy poderosos, tienen influencia en la vida política de cualquier Estado político frágil, como es Guinea Bissau", reconoce sin ambages Gomes Júnior, quien también admite el extraordinario poder de los militares en el país.
"Las Fuerzas Armadas imponen su opinión, dicen que se van a someter al poder político pero no lo hicieron", insistió.
Prueba de estas conexiones es la detención en abril, por parte de autoridades de Estados Unidos, del ex jefe del Estado Mayor de la Armada de Guinea Bissau, el vicealmirante Bubo Natchuto.
El actual jefe de las Fuerzas Armadas, el general Antonio Indjai -al que Gomes Júnior apunta como uno de los inductores del último Golpe de Estado- también ha sido acusado por un tribunal neoyorquino de conspirar con la guerrilla colombiana de las FARC para enviar cocaína a ese país en ruta a EEUU dentro de un plan que incluía suministrar misiles antiaéreos a ese grupo.
El primer ministro depuesto deja veladas críticas a las autoridades de EEUU y otros organismos internacionales por no apoyar con suficiente fuerza esa lucha contra el narcotráfico en su país.
"Hace más de tres años que EEUU publicó una lista con las personas envueltas con estas redes en Bissau. Sabiendo que somos un Estado frágil, ¿por qué no actuaron?. Tenemos más de ochenta islas que forman parte de nuestro territorio, es difícil en nuestras condiciones controlarlas", asegura.
Gomes Júnior recuerda, asimismo, que el interés de los narcotraficantes en Bissau se produjo como reacción a la intensificación de la vigilancia en Cabo Verde con la creación de Comando Militar Estadounidense en África (Africom).
"En 2011 recibí al comandante de Africom, íbamos a tener más apoyo por su parte, estaba todo garantizado. Pero al final, EEUU decidió quitar su embajada de Bissau y se instaló en Dakar. Es por eso que yo me pregunto por qué no se nos ayuda más", recalca.
El dirigente guineano defiende que desde 2009, con él en el Gobierno, Guinea Bissau dio síntomas de mejora y la comunidad internacional "comenzó a ver el país con otros ojos".
Expertos europeos sobre el tráfico de drogas consultados por EFE recordaron que la ausencia de estructuras adecuadas complica la concesión de ayuda internacional, ya que se tiene que garantizar que los fondos facilitados se dirigen al objetivo indicado.
Gomes Júnior, al que sus rivales políticos acusan de actuar en favor de Angola -una relación que siempre está rodeada de gran polémica en Guinea Bissau-, anunció su intención de volver a presentarse a las elecciones presidenciales convocadas nuevamente ahora, para el próximo 24 de noviembre.
Sin embargo, el actual Gobierno de transición que rige el país y miembros de Naciones Unidos han puesto en duda que sea posible celebrar los comicios en esa fecha por la inestabilidad y los problemas de seguridad en el país.
"Si recibimos la ayuda de la comunidad internacional, vamos a crear las condiciones para luchar contra el narco y los capos de la droga, pero necesitamos más cooperación (…). El nuestro podría ser un modelo de desarrollo a seguir", aventura. EFE