Un grupo de grandes chefs e investigadores japoneses se han organizado para intercambiar técnicas y secretos de la gastronomía nipona con el fin de darlos conocer y así asegurarse un lugar en la cocina internacional.
"Si queremos que la cocina japonesa avance en el escena internacional, nuestra teoría culinaria debe ser entendida en todo el mundo", explicó Yoshihiro Murata, cocinero y propietario del restaurante Kikunoi de Kioto.
Tradicionalmente, los secretos y las técnicas de los maestros de la cocina japonesa han ido pasando con un gran secretismo a sus aprendices, y el resto ha tenido que conformarse con intentar imitar sus sublimes recetas.
"No estamos en la época donde todo se basaba en conceptos tan vagos como el instinto y la experiencia", apuntó Murata en unas declaraciones recogidas hoy por el diario Asahi.
El celebre cocinero de 61 años dirige la Academia culinaria de Japón que trabaja junto a investigadores de la Universidad de Kioto en un proyecto llamado "laboratorio de la cocina japonesa".
Este grupo se reúne mensualmente en el campus para intercambiar sus descubrimientos y así dar a conocer sus secretos.
Hasta allí se han acercado chefs de célebres restaurantes de Kioto como Hyotei, Kikunoi y Tankuma Kitamise y han cocinado y debatido nuevas técnicas.
En el artesanal y jerárquico mundo de la gastronomía nipona, donde los aprendices adquieren el conocimiento de sus maestros a través de la observación, muchos cocineros creen sin embargo que abrir sus fogones significará que la competencia se apoderará de sus valiosas recetas.
En este sentido, Murata advierte de que si los chef japoneses continúan ocultando sus secretos, "Japón va a quedar atrás en el panorama culinario internacional".
Esta preocupación por la gastronomía japonesa y su peso a escala global está haciendo que el Gobierno nipón tome medidas.
Entre ellas, las autoridades ha decido facilitar la política de permisos de trabajo para cocineros de otros países y se extenderán visados a aquellos extranjeros que quieran aprender la tradicional cocina de la antigua ciudad de Kioto.
El Gobierno japonés considera que es importante que los cocineros de todo el mundo conozcan y aprendan la cocina japonesa y promuevan una parte única y muy especial de la cultura nipona.
Con las nuevas normas, que podrían entrar en vigor en noviembre, Kioto será considerada una "zona espacial par la revitalización local" por lo que los cocineros extranjeros podrán conseguir visados para trabajar en los restaurante de la ciudad durante dos años.
El requisito será que los solicitantes que quieran formarse en la cocina japonesa tengan experiencia y preparación culinaria previa.
"Los franceses e italianos han expandido su cocina por todo el mundo porque sus países han aceptado formar a cocineros extranjeros. Necesitamos hacer lo mimos con la cocina japonesa", apuntó Murata. /EFE