DPA
Debido a un derrame químico que contaminó el jueves el río Elk, unas 300.000 personas en nueve condados del estado norteamericano de Virginia entraron hoy en el tercer día sin agua en sus casas, lo que hizo crecer la ira entre los habitantes.
Las autoridades realizaron este sábado análisis para evaluar la calidad del agua, en el que se derramó un compuesto usado para lavar carbón, el 4-metilciclohexano metanol.
Restaurantes, escuelas y empresas en el área afectada, localizada en una región en la que se extrae carbón de los Montes Apalaches, permanecían hoy cerrados por falta de agua.
Jeff McIntyre, el presidente de la Compañía de Agua de Virginia Occidental, dijo que aún no hay una fecha precisa en la que el agua será segura de nuevo para consumir, cocinar o bañarse.
El gobernador Earl Ray Tomblin declaró el estado de emergencia y la Agencia de Manejo de Emergencias Federales envió camiones con agua embotellada, informó la prensa.
McIntyre dijo que se están realizando análisis para determinar la concentración de 4-metilciclohexano metanol, pero se negó a difundir los resultados argumentando que "uno no puede tomar decisiones a partir de un resultado", indicó el diario "Charleston Gazette".
Un funcionario del Departamento de Salud y Recursos Humanos de Virginia Occidental dijo que 73 personas recibieron asistencia en centros médicos y cinco fueron internadas por síntomas relacionados con una contaminación química, agregó el periódico.
Mike Dorsey, del Departamento estatal de Protección Ambiental, dijo en una conferencia de prensa que se estima que unos 28.000 litros de 4-metilciclohexano metanol se derramaron en el río por un agujero en un tanque de almacenamiento, propiedad de la empresa Freedom Industries.