EFE
El cadáver de un niño de seis años atrapado en un pozo en la provincia china de Hebei fue hallado en la noche de este jueves tras cuatro días de agónico rescate que movilizó a más de 500 personas y en el que llegaron a trabajar cien excavadoras.
El niño cayó a un pozo en la ciudad de Baoding (norte) cuando ayudaba a su padre en el campo el pasado domingo.
Según informaron las autoridades locales citadas por la agencia Xinhua, en la madrugada del jueves al viernes, cuando los equipos de rescate pudieron llegar hasta el fondo del pozo donde había caído el menor, de 80 metros de profundidad, lo encontraron sin vida.
El padre del pequeño lanzó una llamada de socorro pública a través de la red social y aplicación de mensajería instantánea móvil Wechat, que consiguió la atención de centenares de personas.
La estrechez del pozo, con un diámetro de 30 centímetros, impedía a cualquier adulto introducirse en él, por lo que los equipos de rescate tuvieron que cavar un agujero para llegar hasta el niño, con la dificultad añadida de que la composición del suelo lo convertía en propicio para los desprendimientos.
Durante las más de cien horas de desesperada búsqueda, muchos voluntarios se acercaron a la escena del suceso a ofrecer su ayuda y llevar comida a los equipos de salvamento, en una operación que mantuvo en vilo a la zona durante cuatro días y logró una gran repercusión en las redes sociales.
2016-11-12