Arqueólogos encontraron el cráneo de un individuo decapitado, de 500 años de antigüedad, que forma parte de una pequeña ofrenda localizada al pie del Templo Mayor del sitio prehispánico de la capital mexicana de Tlatelolco, informó hoy el Intituto Nacional de Antropología e Historia (IINAH).
El descubrimiento se logró poco después de que un empleado encargado de las labores de limpieza de la zona reportó lo que parecía ser una vasija enterrada.
El arqueólogo Salvador Guilliem, director del Proyecto Tlatelolco, dijo que el resto óseo corresponde a un joven adulto y se encontró depositado sobre una vasija.
"Muy probablemente es un cautivo de guerra que habría sido decapitado", señaló.
Guilliem indicó que ambos materiales se localizaron a un nivel que está relacionado con la etapa constructiva VII-A del Templo Mayor, correspondiente a los años 1500 y 1515 d.C.
"El hallazgo se registró dentro de la primera fase del trabajo de exploración arqueológica, por lo que no ha sido posible determinar las dimensiones de la ofrenda, la cual podría ser de consagración, es decir, que se colocó durante los rituales de preparación del espacio que ocuparía dicha edificación", indicó el INAH.
El especialista precisó que la exploración arqueológica en esta área lleva varias fases: la primera es la prospección, que consiste en verificar las dimensiones de los objetos que constituyen el contexto arqueológico, en este caso del cráneo y la vasija; la segunda es el registro de los elementos y la tercera es la clasificación taxonómica.
Al inspeccionar y realizar labores de excavación y rescate Guilliem y su colega Paola Silva encontraron una pequeña ofrenda que había sido tapada con lajas de piedra, y que a causa de las lluvias en la capital del país, el deslave de tierra facilitó su hallazgo.
Silva, quien es la responsable del mantenimiento de la zona arqueológica en Tlatelolco, precisó que la pequeña ofrenda es la número 34 que se halla en el lugar y que la exploración debe hacerse meticulosamente para evitar la pérdida de información.
"No podemos bajar los niveles de excavación muy rápido porque hay fragmentos de cerámica que encontramos cerca de la ofrenda, y no sabemos si forman parte de la misma o de algún relleno; antes de retirarlos tenemos que ver su disposición y cómo llegaron ahí, haciendo un registro minucioso del contexto", explicó.
Guilliem dijo que en las próximas semanas se buscará fijar los límites de la ofrenda encontrada y que no descartan que podría equipararse en tamaño a la que se exhibe actualmente en la Sala Mexica del Museo Nacional de Antropología, compuesta por una máscara cráneo infantil con incrustación de concha y pirita, cuchillos de silex y otros objetos que muestran su similitud con las encontradas en el Templo Mayor de Tenochtitlan. /DPA