La policía iraquí localizó hoy trece cadáveres sin identificar, con signos de torturas y heridas de bala, en zonas del sur y norte de Bagdad, dijeron a Efe fuentes de seguridad.
Ocho cuerpos fueron encontrados en el área de Arab Yabur -de mayoría suní y en el sur de la capital-, según las fuentes, que no pudieron precisar cuándo fueron asesinadas las víctimas.
La autoridades hallaron también cinco cuerpos sin vida y con signos de violencia y disparos en la zona de predominio chií de Shaala, en el noroeste de Bagdad.
Los cadáveres fueron puestos a disposición de los médicos forenses para proceder a la identificación.
Desde la caída del régimen del fallecido dictador iraquí Sadam Husein, en abril de 2003, cientos de fosas comunes han sido descubiertas a lo largo del país, muchas de ellas con cuerpos de fallecidos a causa de la violencia sectaria.
Aunque ya no es frecuente el hallazgo de fosas comunes, la violencia sigue asolando el país, donde hoy una cadena de atentados causó al menos 14 muertos y 23 heridos.
Dos de los atentados tuvieron como blanco comisarías de la provincia occidental de Al Anbar, y otro fue perpetrado contra las fuerzas de seguridad kurdas, los llamados "peshmerga".
En este último suceso, murió un "peshmerga" y otros nueve resultaron heridos en un atentado con coche bomba dirigido contra un puesto de control en la ciudad oriental de Jebara, una zona disputada entre las autoridades de la región autónoma del Kurdistán y el Gobierno central.
La violencia sectaria y el terrorismo han aumentado en Irak, con frecuentes ataques contra las fuerzas de seguridad y la comunidad chií.
Según los datos de la misión de la ONU en Irak (UNAMI) y el Gobierno iraquí, cerca de un millar de personas perdieron la vida en actos violentos durante el pasado octubre, uno de los meses más mortíferos de los últimos cinco años. EFE