Poner barreras a la llegada de extranjeros perjudicará el sistema de salud estadounidense porque los inmigrantes lo subvencionan en gran medida, al superar con sus impuestos el gasto que suponen en cuidado médico, asegura un informe difundido el miércoles por investigadores de la Universidad de Harvard y Hunter College.
En el 2009 inmigrantes sin y con papeles, además de naturalizados, contribuyeron con 33.100 millones de dólares al fideicomiso de Medicare pero sólo supusieron un gasto de 19.300 millones en cuidado médico, generando así un excedente de 13.800 millones, asegura el estudio. De ese total, unos 10.000 millones de dólares provinieron de inmigrantes que no son ciudadanos estadounidenses.
Medicare es el sistema federal de seguro médico para gente mayor de 65 años o gente más joven con incapacidades. Los autores del estudio aseguran que los inmigrantes no exprimen el sistema de salud del país, sino que al revés, contribuyen sustancialmente a financiar Medicare con los impuestos que pagan trabajando. Los ciudadanos estadounidenses, sin embargo, generaron un déficit de más de 30.000 millones en el 2009: contribuyeron al sistema con 192.000 millones de dólares pero supusieron un gasto de 223.000 millones de dólares.
"El estudio debería generar escepticismo a la suposición que tenemos de que los inmigrantes exprimen recursos públicos. Esa suposición ha sido usada para reclamar límites más estrictos a la inmigración y negar acceso a cuidado médico ofrecido por programas financiados por el gobierno", dijo Leah Zallman, una de las autoras del reporte, a The Associated Press. Zallman es profesora en la Harvard Medical School, en Boston, Massachusetts, y científica del Institute for Community Health at Cambridge Health Alliance.
Los inmigrantes ponen más del dinero que sacan porque la gran mayoría trabaja y es joven, con un porcentaje menor de gente de avanzada edad, dice el reporte. Muchos inmigrantes, además, no son elegibles para beneficiarse de Medicare.
Los extranjeros con estatus legal contribuyen con el aporte que hacen a través de sus nóminas mientras que los inmigrantes que están en Estados Unidos ilegalmente lo hacen usando un número de la Seguridad Social falso o pagando sus impuestos a través de un número de identificación fiscal (conocido como ITIN).
El debate sobre los beneficios y perjuicios del sistema migratorio estadounidense se debate en estos momentos en el Congreso. Legisladores republicanos y demócratas se preparan para votar en el Senado un proyecto de ley de reforma migratoria que permitiría a largo plazo la naturalización de muchos de los 11 millones de inmigrantes sin papeles que se calcula viven en el país.
Los partidarios de imponer más límites a la llegada de inmigrantes criticaron el miércoles el reporte al argumentar que es obvio que los inmigrantes, al igual que muchos estadounidenses nacidos en el país, contribuyen ahora más, pero que dentro de unos años, cuando superen la edad de 65, supondrán un gasto.
"Otra cosa a lo que el estudio no presta ninguna atención es el coste de los más jóvenes. Muchos inmigrantes trabajan en empleos que no ofrecen seguro médico y entonces dependen del sistema público, especialmente sus hijos nacidos en Estados Unidos, y ese es un coste legítimo de la inmigración ilegal", dijo Ira Mehlman, director de comunicación de la Federación para una Reforma Migratoria Estadounidense, más conocido como FAIR, un grupo a favor de restringir la llegada de inmigrantes.
Si se aprueba un plan de reforma migratoria que a la larga naturalice a inmigrantes sin papeles muchos recibirán beneficios médicos federales y supondrán un enorme gasto para el país, dijo Mehlman. Por su parte, los autores del estudio aseguran que una reforma les ofrecería entonces la oportunidad de mejores empleos y, en consecuencia, un mayor pago de impuestos que beneficiaría Medicare.
Mehlman comparó la llegada continua de inmigrantes jóvenes al país para financiar Medicare como una estafa de la pirámide (Ponzi scheme en inglés), en la que participantes nuevos (en este caso inmigrantes) producen beneficios a los participantes originales.
En el periodo entre el 2002 y el 2009, los inmigrantes generaron un excedente total de 115.200 millones de dólares en el fideicomiso de Medicare, señala el estudio. En el año 2009, los inmigrantes generaron una media de excedente per cápita de 368 dólares mientras que los nacidos en Estados Unidos generaron una media de déficit per cápita de 113 dólares. /AP