EFE
El hospital John Peter Smith de Fort Worth (Texas, EE.UU.) debate este fin de semana si acatar o recurrir la resolución de un juez que ordenó al centro desconectar de un respirador a Marlise Muñoz, una embarazada en muerte cerebral cuya familia se opone a mantenerla con vida artificialmente.
El hospital tejano, a favor desde hace dos meses de mantener a Muñoz conectada a un respirador artificial por razones legales, mantiene "conversaciones" con la oficina del fiscal del distrito para deliberar cuál es el próximo paso a seguir, según explicó hoy a Efe por correo electrónico el vicepresidente de Comunicación del consorcio sanitario, J.R. Labbe.
El hospital admite en un comunicado "el potencial impacto de las consecuencias de la orden (judicial) para todas las partes implicadas", pero el portavoz no especifica qué opciones están valorando con el fiscal del distrito.
En principio, el hospital podría tanto recurrir la resolución del juez, ya que el centro interpreta de manera diferente la ley, como acatar la decisión, lo que implicaría desconectar en las próximas 48 horas a la paciente del respirador.
El juez dictó que los médicos deben retirar cualquier instrumento que mantenga artificialmente la vida de Marlise antes del próximo lunes a las 5 de la tarde hora local (6 horas menos de la GMT).
Su resolución se basó en que la paciente fue declarada en "muerte cerebral" y que es "inviable" que el feto nazca con vida.
El hospital John Peter Smith forma parte de un consorcio público y está financiado por el condado de Tarrant, por lo que la asesoría del centro durante el proceso judicial la lleva el fiscal del distrito, la máxima autoridad en asuntos legales en el condado.
El hospital justificó desde el principio que la ley tejana no permite retirar la asistencia de vida de forma artificial en el caso de las mujeres embarazadas.
El juez, en cambio, considera que ese punto de la ley no es aplicable en casos de muerte cerebral -sí podría serlo en estados vegetativos o de coma, en los que el paciente sigue vivo-.
Tampoco es aplicable la ley, según el juez, para esperar a que el feto nazca porque cree que, de estar viva, la madre tendría que haber abortado vista la afectación del embrión.
Marlise Muñoz, embarazada y de 33 años, sufrió una embolia pulmonar a finales de noviembre y fue declarada en muerte cerebral entonces.
La resolución del juez responde a una demanda que el marido, Erick Muñoz, en nombre también de los padres de la paciente, presentó el pasado 14 de enero para que la justicia apoyara su voluntad de desconectarla del respirador.
La familia lo defendió desde el primero momento, tanto por su opinión favorable como por la que Marlise, profesional de la sanidad, hizo explícita en conversaciones sobre el tema en vida.