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HRW saca a la luz la crisis por violencia y abandono de una ciudad colombiana

Miércoles, 19 de marzo de 2014 a las 07:30 pm
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EFE

La magnitud de la crisis social y de seguridad que vive la ciudad colombiana de Buenaventura, el principal puerto del país sobre el Pacífico, fue revelada hoy por la ONG Human Rights Watch (HRW) en un informe descarnado que habla de desapariciones, desmembramientos y desplazamiento forzado.

En una visita que hizo en noviembre de 2013 a esa ciudad del suroeste de Colombia, HRW pudo constatar que en Buenaventura, con cerca de medio millón de habitantes, "el horror no tiene límites".

"Pocas veces hemos podido documentar casos tan crueles, de tanta violencia de tantos abusos como los que se están cometiendo en Buenaventura", manifestó este jueves en una rueda de prensa en Bogotá, el director para las Américas de HRW, José Miguel Vivanco.

En el informe "Crisis en Buenaventura. Desapariciones, desmembramientos y desplazamiento", esa ONG habla de más de 13.000 casos de desplazados en los últimos tres años en esa ciudad que por su posición estratégica frente al Pacífico es disputada a sangre y fuego por bandas criminales dedicadas al tráfico de armas y de drogas en la zona, en la que también operan frentes de la guerrilla.

Según Vivanco, desde que se hizo la visita en la que se basa el informe, el número de desplazados ha aumentado dramáticamente en esa ciudad en la que el 80 % de la población vive en condiciones de pobreza.

"En realidad la cifra más actualizada es de 19.000 personas que se vieron obligadas a salir huyendo por la situación de violencia, o porque fueron amenazadas, o porque sufrieron la pérdida de algún familiar, o porque realmente no podían seguir viviendo extorsionados por las mafias que controlan Buenaventura", aseguró Vivanco.

Para Human Rights Watch, es claro que quienes controlan Buanaventura son mafias, grupos irregulares armados, como "Los Urabeños" y "La Empresa".

"Son grupos criminales que descienden del viejo paramilitarismo colombiano. Teóricamente los paramilitares fueron desmovilizados durante el Gobierno de (Álvaro) Uribe (2002-2010), pero estos grupos siguen operando en la zona y en la práctica utilizan los mismos métodos represivos de los paramilitares", aseveró Vivanco.

Agregó que esas bandas "reclutan niños, extorsionan a los residentes, los someten y los obligan a contribuir especialmente a los grupos Los Urabeños y La Empresa".

El informe de HRW habla de la crueldad con la que actúan estas mafias: "descuartizan a sus víctimas y arrojan los restos al mar", dijo Vivanco sobre una práctica que fue comprobada recientemente por las autoridades con el hallazgo de casas en las que se cometía este tipo de crímenes.

"Tan sólo caminar por una calle equivocada puede provocar que uno sea secuestrado y desmembrado. Por ende, no debería sorprendernos que los residentes huyan de a miles", agregó Vivanco.

El director de la ONG señaló además que hay indicios serios de corrupción de la policía local y de las autoridades políticas que son complacientes con las mafias.

"Hay tolerancia frente a esto", enfatizó.

Según Vivanco, ese drama se agrava por el abandono estatal que deja desprotegidas a las víctimas de las bandas criminales.

Vivanco explicó que cuando el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, se enteró de la situación que vive Buenaventura anunció un plan especial de seguridad así como unos programas de inversión para mejorar la condiciones socioeconómicas de la comunidad.

"Pero nada se dijo sobre la justicia, sobre la investigación, sobre el desmantelamiento de estos grupos, sobre el procesamiento a los responsables", señaló el director de HRW.

Añadió que en las últimas dos décadas la Fiscalía General de Colombia ha abierto al menos 2.000 investigaciones concentradas en Buenaventura que dan cuenta de 1.300 desplazamientos y de 700 desapariciones.

"De esas investigaciones han concluido en condena para los responsables cero, no hay una sola condena, y así es muy difícil que las condiciones de vida en Buenaventura cambien", dijo.

El ministro colombiano de Defensa, Juan Carlos Pinzón, tiene previsto visitar este viernes Buenaventura por segunda vez este mes para poner en marcha un plan de militarización de la ciudad con el fin de contener la violencia.

Sin embargo, para HRW la solución del problema de Buenaventura no está sólo en militarizar porque los problemas de la ciudad también son económicos y sociales.