EFE
La responsable de la misión de destrucción de las armas químicas sirias, Sigrid Kaag, señaló en la ONU su "inquietud" porque no se puede acceder a un 8 % de ese armamento, lo que impide cerrar el proceso.
Kaag, responsable de la misión conjunta ONU-OPAQ, explicó al Consejo de Seguridad que "hay preocupación ya que el 8 % restante (del armamento) es inaccesible actualmente debido a la situación de seguridad en el país", según dijo en unas declaraciones tras la reunión.
La diplomática holandesa recordó que este escollo llega después de que se ha logrado un "progreso significativo" y se ha sacado del país el 92 % del arsenal y los productos químicos precursores.
Kaag explicó que el restante 8 % se encuentra en una instalación "no lejos de Damasco", en cuya vecindad hay otras dos instalaciones que han sido tomadas "por grupos de la oposición" y las carreteras de la zona "no son practicables en estos momentos".
"Estamos buscando formas de llegar a este lugar", añadió.
Sigrid Kaag añadió que si las autoridades sirias pueden llegar a esta instalación, es cuestión de enviar "un último convoy" de solo 16 contenedores, por lo que la operación podría concluir "muy rápidamente", en cuestión de una semana.
Recordó que un mercante noruego y otro danés "están esperando" para sacar de Siria estos materiales una vez que lleguen a puerto por carretera.
Kaag añadió que también están discutiendo con las autoridades sirias acerca del proceso de destrucción de las instalaciones de producción y sobre posibles discrepancias o enmiendas a la declaración de Damasco sobre sus arsenales.
La responsable de la misión conjunta de Naciones Unidas y la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) recalcó que, en la discusión de hoy, "varios miembros" del Consejo de Seguridad señalaron que no consideran que la retirada de las armas suponga el fin de la misión, ya que también debe asegurarse la destrucción de las instalaciones de producción.
Sin embargo, Kaag recalcó que es el propio Consejo de Seguridad el que debe pronunciarse sobre este punto.
Uno de los países más inquietos por las instalaciones de producción es Francia, cuyo embajador, Gérard Araud, señaló en Twitter que considera que deben ser destruidas.
Araud también consideró "necesaria" una investigación sobre el uso de barriles bomba llenos de gas de cloro contra un pueblo en manos de la oposición.
Sobre las últimas alegaciones de ataques con cloro en la guerra civil siria, Kaag dijo que la OPAQ han establecido una misión de verificación.
Los arsenales químicos sirios deben quedar destruidos para el próximo 30 de junio, y Kaag pidió hoy "un empuje final" para concluir el proceso dentro del plazo previsto.
2014-05-08